8. ¡La pregunta 10!

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—Estas avergonzando a nuestra aldea, ¿ya olvidaste la razón de por qué vinimos a aquí? —La voz de Gaara seguía igual a como la recordaba Hakiri, seca y feroz.

—Ah, lo sé, ellos empezaron esto, en serio, yo no suelo, ya sabes que soy muy... —comenzó a excusarse Kankuro.

—Cállate. —El chico dio un paso atrás, parecía aterrado. —O te mato.

—Ahm, claro, me salí de control, lo lamento, Gaara, perdóname, de verdad lo lamento. —Continuo nervioso, la chica que los acompañaba también parecía asustada.

—Me disculpo por los problemas ocasionados. —Habló Gaara, pero su mirada, definitivamente decía más que sus palabras, tenía una mirada perversa y fría.

Gaara miraba fijamente a Sasuke, aunque su semblante era serio e indiferente sus pensamientos era lo contrario: <<Detuvieron a Kankuro con una piedrita y una técnica de taijutsu que hasta un niño podría hacer, no me sorprende de la nieta del tercer Hokage... Pero ese chico, ¿es él importante?>> Entre la arena se transportó de nuevo al suelo situándose frente a sus dos compañeros.

—Andando. No venimos aquí para jugar. —Indicó el pelirrojo.

—Ahh, si, entiendo. —Respondió el chico con el cuerpo en la espalda.

—Esperen un momento... Oigan... —La chica que venía se dignó a darse la vuelta una vez más para responder con un rápido "¿Qué?". —Por sus bandas puedo reconocer que viene de la aldea escondida entre la arena, la tierra de fuego y la del viento son aliadas, pero ningún ninja puede entrar en otra aldea sin un permiso explícito. Así que expliquen su visita y háganlo bien. —Ordenó Sakura.

—¿En serio? —preguntó la chica burlescamente. —Acaso vives bajo una roca o que, no tienes idea de lo que sucede verdad, tenemos permisos. Claro que tienes razón, somos genin de la arena, nuestro hogar es la tierra del viento, y estamos aquí para presentar los exámenes chūnin, ¿entienden? —Aclaró.

—Los exámenes chūnin ¿Qué es eso? Yo nunca es escuchado de eso, de veras. —Rezongó Naruto.

—Lo que noto, de veras, es que es un despistado. —Volvió a mofarse la chica.

—Naruto esos exámenes son los que todo genin deben de pasar para convertirse en un verdadero chūnin. —Le respondió Hakiri.

—Ay y ¿porque no me lo dijiste? Ahí estaré. —respondió Naruto. Los forasteros se iban cuando Sasuke hablo para retenerlos una vez más.

—Oye tú, identifícate, —La mujer se dio vuelta dándose por aludida, pero no era así, por lo tanto Sasuke le respondió: —No, a él, el de la calabaza en la espalda. —El chico que dos semanas antes había estado en la aldea se dio media vuelta y miró a Sasuke.

—Yo soy Gaara, del desierto... Tú también me das curiosidad ¿quién eres? —Interrogó con semblante serio.

—Soy Sasuke Uchiha. —Extrañamente el viento soplo y el ambiente se hizo tenso, como si estuvieran a punto de empezar una batalla, no obstante llegó Naruto que se había sentido desplazado de la conversación.

—¿Qué tal? De aseguro se mueren por saber mi nombre.

—Créeme que no. —Le contestó el chico de la calabaza dando por terminada la conversación, el trio de forasteros de dio la vuelta para alejarse en un instante.

Mientras tanto en el palacio del tercer Hokage, los Jōnin de elite estaban a punto de presentar sus recomendaciones de genins que consideraban calificados para presentar el examen chūnin.

—Para empezar den un paso al frente los encargados de los novicios genin. Kakashi, Kurenai y Asuma ¿Que dicen? ¿Hay uno en sus equipos que recomienden? ¿Quiénes están listos para los exámenes a pesar de su experiencia? Como saben cualquier genin que haya cumplido ocho o más misiones técnicamente es elegible para los exámenes, aunque solo ustedes pueden elegir cuando estén listos, por supuesto la mayoría de los genin requieren mucho más entrenamiento, más del doble de las misiones. Kakashi, tu empiezas —Indicó el veterano Hokage.

Hakiri (Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora