Hakiri (Naruto)

12. Hiashi Hyūga y los secretos del Kenshutsu

Capítulo 12: Hiashi Hyūga y los secretos del Kenshutsu

—¡Oiga, usted es el viejo pervertido de hace unas horas! —Le grite. El viejo me miró por el rabillo del ojo, mientras que Naruto que se acercó a Ebisu para tratar de despertarlo, aunque su método fue poco convencional, utilizando el jutsu mil años de muerte, -.-'<< ridículo>> pensé.

—Muy bien, Hombre sapo ¿Que fue todo eso? Y ¿Quién se cree que es? —Le señaló Naruto, yo me exprimí un poco mi cabello mojado y lo coloque sobre mi hombro. La legua del sapo volvió dentro de su bosa y el hombre agito su larga cabellera blanca algo despeinada.

—Me alegra que lo preguntes, yo soy el ermitaño de la montaña Mioboku, el espíritu sabio e inmortal, el sabio de la montaña sapo. —Respondió el hombre luciéndose y adoptando una pose "cool" estando todavía encima del animal.

Naruto y yo pusimos una poker face. Tras unos 30 segundos de que Naruto se quejara porque el viejo pervertido hubiera derribado al único que lo podía entrenar, le dijo que estaba en él entrenarle, pero aquel pelo electrificado se negó, para después escapar de las insistencias de Naruto, y tras desaparecer entre una ráfaga de viento Naruto quedo anonadado ante la hazaña, no sabía que esperar del viejo, eso es seguro, pero no le importaba, por que conseguiría que le entrenara.

—Hakiri, ¿Conoces a ese?

—Pues me temo que no, solo sé que es un pervertido... Ah y que ha derribado a Ebisu sin el mayor de los problemas. —dije mientras veía al Jōnin de "elite" tirado en el suelo como una rata muerta.

—Bien pues de mí no se escapara. —Ya salía hecho un rayo cuando.

—Ey, quieto ahí. —Le ordene, él se quedó tal y en la posición en cómo lo había hecho detenerse. —Cuando lo encuentres... Mmm, bueno ya sabes, me podrías avisar, tengo que ir a casa de Hinata, así que no te puedo ayudar. —Naruto me miró con una sonrisa diabólica.

—Mhmh, así que la niña fuerte quiere que el entrene un pervertido, interesante... —Se puso una mano en la barbilla y comenzó a sobarla lentamente, haciéndose el interesante. —Está bien. —Y salió corriendo.

Camine de regreso al centro de la aldea, sabía que residencia del clan Hyūga estaba pasando la del clan Yamanaka al este de la aldea, mientras iba en camino, no podía dejar de pensar el mi sueño hace unas horas, en aquella bestia, burlesca y demoniaca, era algo muy frustrante no poder conciliar el sueño sin terminar teniendo pesadillas, era como si estuviera despierta en sueños, impidiendo que descansara mentalmente, las ojeras prácticamente ya eran parte ella.

Sin darse cuenta llego a la casa de los Hyūga, demasiado rápido, se acercó a la puerta y tocó, le recibió Hinata, con su acostumbrada voz queda.

—Oh, hola, Hakiri, pasa, te estábamos esperando. —Dijo igual de tímida que siempre. Pase dentro la enorme casa, la residencia era impresionante, en la entrada se extendía un jardín bastante amplio, pero no era nada comparado con la casa al centro del terreno, se trataba de un hermosa casa tradicional, mientras Hinata cierra la puerta principal detrás de mí, una chica, de ojos cafés oscuros, cara pequeña y nariz en gorma de canica llega corriendo por delante de nosotras, no alcanza a frenar (a lo cual me confié que haría) y ambas caemos al suelo. Instintivamente me llevó una mano a la cabeza para sobarle. Me enderecé y Hinata muy apenada me ayudo a levantarme.

—Lo siento mucho, lo que pasa es que venía emocionada. —Se disculpó la chica. —Hinata ¿Es cierto que no solo entrenare yo mi Kekke genkai, si no que vendrá también otro genin para aprender y descubrir la habilidad de sus ojos? —Es posible que los Hyūga sean un poco más reveladores de lo que pensé. Mire a Hinata que se llevó una mano a la nuca y se la rasco nerviosa.