capítulo 36

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CELESTE

no dejaba de besarme ni yo de besarle, quería más de él, quería fundirme en su piel, seguíamos besándonos con pasión y deseo -sabía que eras tú, tenías que ser tú - dijo Jack entre besos, dejé de besarlo y miré directamente a sus ojos grises con tono azulado cielo -¿de que hablas?- pregunté curiosa -ese olor a chocolate con canela, soy yo, tú aroma es de vainilla, esos olores se desprenden con más fuerza en nosotros y nos hace perder la razón nuestras hormonas reaccionan al olor del otro, eso pasa cuando son mates- dice finalmente y mi rostro es de completa confusión, me quito del lado de Jack y camino hacia el sofá -no entiendo- digo más para mi misma que para él, pero obviamente me escuchó -que es lo que no entiendes Celeste, ¿que pasa?- pregunta Jack algo ofuscado acercándose a mi -estuve en el aquelarre de las brujas para mi transformación lo cual no fue necesario, mi loba y yo logramos fucionarnos solas -explique mientras el escuchaba mis palabras -si, me di cuenta que eres de sangre pura, no sabia que eras loba, tus padres son humanos y tu eras humana no entiendo como tu aroma cambió a sangre pura- dijo confundido y meditando sus propias palabras -Griselda y Richard no son mis padres- de inmediato Jack me vio con asombro e interrogación en su rostro -esa historia es para luego- dije con los sentimientos encontrados, recordando aquella tarde que le iba a contar lo sucedido y el llego con su gran noticia de que se iba a casar -la cosa es que hay un chico que me reclamó se llama James- de inmediato Jack me interrumpió -no te puede reclamar tu eres mía Celeste - dijo ofuscado, levantándose del sofá -siéntate Jack, la cosa es que el chico dice que yo soy su mate también, además no entiendo tu actitud, deberías estar casado en este momento- levanté la voz bastante molesta -no lo hice, si no es contigo no será con nadie más - respondió bajo, mi corazón comenzó a latir de forma desenfrenada -valla esto si que es un enredo- dijo Jana entrando al salón, y eso que no sabe lo de Marcos también, pensé, mierda Marcos y los demás deben estar preocupados, me levanté del sofá -debo irme- dije rápidamente -bien, yo iré contigo- dijo Jack, negué rápidamente -no puedes aparecer en el aquelarre como si nada, primero tengo que hablar con mi tío, y con los demás- respondi rápidamente, Jack puso cara de confusión -¿Benjamin? El es humano- dijo Jack con confusión en su rostro -no, no es el hermano de Griselda, a ver esto es muy confuso, mi tío Lucían es hermano de mi difunto padre, mi verdadero padre, y pues el es quien me ha estado ayudando con todo esto de la transformación y este mundo que no sabia que existía, un momento- dije analizando la situación, mi rostro era de confusión -¿también eres un lobo?- pregunté a Jack, el asintió con una sonrisa de oreja a oreja -¿fuiste tu quien mordió a Jana, quien nos atacó en el bosque?- pregunté alterada, el negó con su cabeza -no, no fui yo, lo que he hecho es ayudar a Jana desde que la conseguí en el bosque, quien la mordió fue -bueno ya esta bueno de platica, ve Celeste que tienes mucho que explicar arreglar y digerir, Jack imagino que se quedará aquí mientras arreglas tus cosas, vale- dijo Jana interrumpiendo a Jack, asentí no muy segura, y aún con esa intriga, pero era evidente que Jana no quería tocar el tema me despedí de ambos y di marcha hacia el aquelarre, mi mente estaba en Marcos no se como iba a reaccionar pero yo quería estar con Jack y ahora mucho más.

JANA

-¿Estas loco? como le ibas a decir eso a Celeste- reproche a Jack -debería saberlo, no es algo que se tenga que ocultar por siempre, algún día lo verás y será peor no crees -no, no creo, y espero no tener que verlo, no te incumbe decirlo -debería de saberlo, lo hizo, supo lo que hizo y no te busco- porque no pensó que un humano descuartizado por un lobo no sobreviviría- respondí ofuscada -vale, pero por lo menos debió asegurarse, yo no te mordí, sin embargo volví al lugar de los hechos- dijo irónico -él se sentía culpable, se sentía mal por lo que hizo, no entiendes, tu eres estable lobo de sangre pura, él no, yo también puedo perder el control como él - grité ya arta de lo mismo -no vuelvas a hablar de él, ni para bien ni para mal, es pasado- dije con lagrimas en los ojos -aun lo amas, ¿Cierto?- pregunto Jack, asentí y el río de mis ojos comenzó a emanar agua salada, llore hasta que sentí los brazos de Jack a mi alrededor -algún día tendrás que enfrentarlo Jana, no puedes ocultarte siempre y ahora menos que Celeste pertenece a este mundo- asentí, y respiré ondo secando mis lágrimas -pero por ahora retardare este momento lo más que pueda- respondí poniéndome en marcha a mi habitación.

OMNICIENTE

Jana no quería enfrentar su pasado ni su amor, Jack estaba entre su deber y su amor, Kay Whalker bebía desenfrenadamente mientras recibía placer carnal de la misma forma de parte, de Amelia, mientras su esposa al otro lado de la habitación lloraba y sufría el ardor en su piel ante la infidelidad, al casarse bajo la bendición de la diosa luna y aceptar por completo a su mate sus infidelidades son sentidas en su piel como latigazos con fuego que la queman arduamente, Isabella estaba al borde de la locura no sabía si iba a ser la buena o la mala de esta historia, quería ser la buena porque en su corazón sabía que era lo correcto, no había ni ambición en ella, solo quería vivir tranquila pero sabía que tendría que ser mala porque al final su madre siempre tendría lo que quería y las consecuencias para ella misma iban a ser atroces, sabía que sería torturada física, mental y emocionalmente por su madre y que su padre también pagaría las consecuencias de su error, Amelia siempre la chantajeaba con hacerle daño al pobre hombre que la vio crecer y que trabajaba como loco por semanas para darle lo mejor, ella no podría vivir con la culpa de que le pasara algo por ella, Isabella bajò de la ventana de la habitación y logró escapar de la mansión de los Whalker corrió y corrió hasta que encontró un bar para lobos, entró y pidió lo más fuerte que tuvieran en el bar, ron, solo ron para ahogar en el alcohol sus sentimientos de cobardía miedo y desesperación, -te he estado viendo desde que llegastes- dijo un chico con ojos grises, fornido y corte militar, ella lo vio y lamio sus labios, había algo en el que llamaba su atención desde hacía bastante tiempo -¿que quieres?- preguntó ella -sinceramente a veces quisiera saber que demonios me sucede contigo cada vez que te tengo frente a mi y no he podido descifrar que carajos me pasa si ya tengo a mi mate- responde el chico -deberíamos averiguarlo, ¿no te parece James?- pregunta Isabella, el asienta con su cabeza y se acerca al bartender -¿tienen habitaciones disponibles?- pregunta en voz baja, el bartender asiente su cabeza y se retira a buscar la llave, James he Isabella se funden en una mirada llena de deseo, lujuria y pasión, con ganas de comercé hasta el alma, y sin decir más palabras se dicen muchas cosas con sus miradas, una vez en la habitación se desasen de su ropa y se funden en un caluroso encuentro carnal, fundiendo sus cuerpos con el más puro deseo, ambos con el corazón desgarrado y el alma corrompida, queriendo ser buenos pero obligados a ser malos, sin ser dueños de su propia historia, incomprendidos y utilizados; mientras esto sucedida en el mundo de los lobos una humana tomaba en sus manos un eco de su única hija menor en silencio, en la sala mientras su esposo dormía Griselda recordaba el embarazo cuando llevaba a su hija Charlotte en su vientre y las veces que tuvo que evitar a su padre para que nadie se diera cuenta de la verdad, su hija aún tenía diez años, pero que pasará cuando la niña revele su verdadera identidad, cuando se den cuenta que ella también pertenece al mundo de los lobos, Griselda lloraba en silencio queriendo nunca tener que enfrentar ese día porque muchas personas saldrían lastimadas principalmente su hija, Erick preparaba todo para apoyar a Celeste en su guerra contra Rob sin saber que dentro de su casa se encontraba el enemigo, Lucían y Bianca se amaban sin fundirse, ella en su cuarto dandose placer pensando en él y Lucían en su cuarto pensando en ella, ambos eran muy orgullosos como para decir lo que sentían, Lucían ya había intentado persuadirla muchas veces pero siempre terminaba volviendo el tema un chiste y Bianca tenía miedo de amar, amar como alguna vez amo a su mate, y sufrir, llorar y desgarrarse cuando lo perdió, sentía un miedo tan aterrador que evitaba mostrar sus sentimientos aunque los tuviera, Marcos en la soledad de la habitación se fundía en pensamientos mientras esperaba a Celeste, no sabia si dejarla ir o pelear por ella, sin embargo en el siempre estuvo respetar sus decisiones, antes de ser su pareja fue su mejor amiga, sin embargo le quemaba dejarla ir, sus ojos cambiaron a un verde más intenso mostrando que su lobo se estaba enfureciendo y Marcos estaba perdiendo el control con los pensamientos que rondaban su cabeza, luchó contra la transformación pero era imposible, salto por la ventana y como el animal que se había convertido sin control comenzó a correr por el amplio bosque como un demonio buscando a su presa para ser deborada.

El despertar de la loba blancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora