Capítulo 18 "Verdades ocultas I"

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Desperté, y empece a quitar de mi cuerpo las colchas que me cubrían, me levanté y me di cuenta que estaba en la habitación de Marcos, entré al
baño, me lavé la cara para despertarme  un poco, sali de la habitación con cuidado, baje las escaleras y el olor a pollo horneado inundo mis fosas
nasales, tenía hambre,
realmente estaba hambrienta, entré al comedor y allí estaba sentados Marcos, Erick, y Cristina, Marco se levantó
—¿estas bien?—
preguntó, asentí con la cabeza
—¿tienes hambre?—
Marcos formulo una nueva pregunta pero sin dejar de mostrar en su rostro el deje
de preocupación, asentí nuevamente con mi rostro y de forma involuntaria llevó mi mano al estómago, él lo notó, estiro su mano hacia mi, con duda y algo temeroso tomé su mano, me dirigió a una silla a su lado y me hizo sentar, pidió a las cocineras que me sirvieran, Erick y Cristina no me quitaban los ojos de encima, estaban nerviosos, podía notarlo en sus rostros
—¿No fue un sueño verdad, ustedes son licántropos?— pregunté, temerosa de la respuesta, todos asintieron con
su cabeza, respire profundo, cerré mis ojos controlando mis emociones, la cocinera me sirvió y empece a comer, tenia mucha hambre
—hay cosas que debes saber Celeste, pero estamos esperando que lleguen tus padres—
dijo Erick con un deje de misterio, mi rostro era interrogante, ¿mis padres, los biológicos o los adoptivos, y a todas estas, que tenía que ver mi familia en todo este asunto? Erick inmediatamente notó mi rostro lleno de confusión y de las interrogantes que se acumulaban en mi cabeza
—tranquila Celeste, todo a su tiempo, por ahora almuerza  tranquila y espera a que todo
sea revelado, con calma, las cosas no son como tú piensas, hay muchas cosas que debes saber y es hora de que las sepas— estaba aún mas confundida, pero a pesar de mi confusión solo asentí.
Había terminado de almorzar, estuve en la sala con Erick y Marco viendo una película, hasta que me quede dormida en los brazos de Marcos.
Desperté en la habitación de aquel rubio de ojos verdes eléctrico, estoy segura que el mismo con su super fuerza me
trajo cargada, pensé, porque, que persona normal y coherente sube escaleras con una mujer de 85 kilos sobre sus brazos sin reventarse la espalda o caer con todo ese peso por las escaleras, solo un super fuerte, sonreí mentalmente, aun recordaba a Jana, esta situación traía el recuerdo de mi amiga, el ataque se repetía constantemente en mi cabeza, era una tortura sin fin, y aquel sueño, aquel maldito sueño, todo era como un
coctelito envenenado, me levanté y bajé las escaleras lentamente, dirigiendome hacia el bullicio que había en la sala, me asomo poco a poco
ya que oigo voces bastante familiares y veo a mis padres sentados en el sofá con Erick, mi madre se levantó me miró con sus ojos llenos de lágrimas y me abrazo fuertemente, extrañaba tanto sus abrazos
—mi pequeña, ¿estas bien? te hemos extrañado tanto— decía mi madre con la voz entrecortada, yo también lloraba y la abrazaba
—tambien te extrañe madre, ¿y Charlotte?—
pregunté por mi pequeña hermana, y note que mi madre se puso nerviosa
—ella se quedó con la niñera
cariño—
contestó mi madre
—la pequeña no debe estar presente en esta conversación, Celeste tu madre va a aclararte algunas cosas que no te dijo,
y Richard se va a enterar de cosas que desconoce—
dijo Erick, noté a mi madre nerviosa y a mi padre confundido, visualize a Marcos un poco nervioso viendo de reojo a mi padre con cierta incógnita ¿le dirán a mis padres lo que son? Oh, no, no,no no, eso no
—creo que mejor, los
dejamos en la ignorancia, no te parece Erick—
me dispuse a decir, él negó
con la cabeza, y vio a mi madre, ella me veía directamente a los ojos
—yo lo sé todo nena, tranquila— dijo la mujer que sido mi madre durante tantos años, dejándome sorprendida y decepcionada en partes iguales con aquella confesión, mire a Erick y luego a mi padre, quien parecía
confundido con la situación, cuando volví a posar mis ojos en Erick, dijo
—él debe saber toda la verdad, el destino así lo quiso, y así debe ser, es hora de acabar con las mentiras ¿no te parece?—
yo asentí, pero no estaba muy segura, que tenía que ver mis padres con todo esto, al final
quien se acuesta con Marcos soy yo, no mis padres, pero de igual forma, me senté, Erick se levantó —Griselda, necesito que le digas la verdad a Celeste y yo me encargaré de hablar luego con Richard, ¿esta bien?—
mi madre asintió, con el terror reflejado en su rostro, y los nervios a flor de piel, Cristina, veía con preocupación a Marcos de reojo, el estaba con los ojos en la pared como ido de este mundo, pude vislumbrar que sus ojos estaban humedecidos ¿ahora que película me van a inyectar? esto, esta cada vez mas confuso.
—Celeste— me dijo Griselda, presté atención y la vi directamente a los
ojos
—tus padres, estan muertos cariño, tu madre jamás fue una
prostituta y tu padre fue un gran hombre, ambos eran un bellísimo matrimonio, y te tuvieron a ti, yo los pude conocer poco cuando salía con
Lucían, esa parte fue verdad, yo antes de casarme con Richard salía con Lucían tu tío y hermano de tu padre, tus padres eran maravillosas personas, te amaron muchisimo, desde que estabas en el vientre de tu madre, desde antes de tu
nacimiento siempre me decían que si algo les sucedía yo debía protegerte y amarte como a mi propia hija—
decía Griselda con lágrimas en los ojos, mis lágrimas comenzaron a brotar y mis labios temblaban por la cantidad de sentimientos encontrados, Griselda no se detiene y sigue hablando
—tus padres Celeste, eran licántropos, tu también lo eres pero tú desarrollo está pausado por una magía que tú tío puso en ti para que nadie descubriera que eres descendiente directa de la diosa luna, tu madre era hija de Ble Fengarí; Ble era una de las hijas directas de la diosa
luna, nació de sus entrañas, tu madre Nea Selini era la mate del alfa de Blood moon, tu padre Coult, cuando tu madre quedó embarazada, el beta de tu
padre se reveló contra él, quiso el poder de su alfa, y la mejor forma era asesinando a toda la familia, así lo hizo, empezó a hacer que la manada le
temiera, él era muy sanguinario, mató a tus primos los hijos de Lucían cuando apenas tenían meses de nacidos, destrozó todo lo que encontró a su paso, a tus padres los decapitó, y luego los pico en pedazos dándoles
sus restos a los lobos mas sanguinarios del ejército, tu tio Lucían y tú lograron sobrevivir a aquella atroz masacre, tu padre sabía que eso pasaría y decidió ponerlo en sobre aviso y que tu pudieras ser salvada,
Lucían no se imagino cuando sería el dia de esa horrible masacre y cuando sucedió lo tomó por sorpresa hasta hoy se arrepiente de no haberlo
tomado más encerio y haber salvado a sus pequeños hijos pero ya era muy tarde, despues solo pensó en ti y en la promesa que le hizo a su hermano de cuidarte, tu tio creó un portal que lo trajo a nuestro mundo
humano, llego a mi casa lleno de sangre y heridas profundas que iban sanando poco a poco, me conto lo ocurrido mientras te apretaba contra su pecho, y hay me pidió con lágrimas en los ojos que te escondiera que
te cuidara y protegiera, asi que acepte, ya le había hecho una promesa a tus padres, no me podía negar, tu tio bloqueo todos tus poderes e hizo
dormir a tu loba para que no te pudieran oler—
yo no salía de mi asombro, mi padre estaba boca abierta como yo, imagino que ese dia
estaría durmiendo o trabajando, pero evidentemente esto, era nuevo para él, definitivamente esto parecía sacado de una de esas novelas de Whatppad, pero a quien carajos se le ocurrió gastarme esta broma de mal
gusto, empecé a reír como loca, hasta que empecé a notar la seriedad en el rostro de Griselda, Erick, Cristina y Marcos, guardé silencio, creo que esto
era real,  lágrimas comenzaron a caer por mi rostro mi pecho se imprimió ante la imágen de mis padres siendo descuartizados, realmente me iba a volver loca
—¿conoces al hijo de puta que mató a mi familia?—
pregunté a Griselda,
ella negó con su cabeza —Lucían, jamás me llevo a su mundo, siempre me decía que era muy peligroso y arriesgado pisar ese mundo, que una
simple humana moriría solo al entrar, yo, conocí a tus padres una noche que vinieron de visita con Lucían, tu madre ya te llevaba en su vientre, bastó solo un dia para hacernos grandes amigas, y en solo un dia ella
depósito toda su confianza en mi, tu madre tenía la capacidad de ver mas allá del corazón de las personas, de alli en adelante venia con frecuencia a
visitarme y un día me pidió aquello que hasta hoy, lo hago con amor, cuidarte en su ausencia— dijo Griselda a punto de las lágrimas —¿donde
esta mi supuesto tío, y como sabes tantos detalles de esa historia?—
pregunte airada de tanto misterio, abrumada por la historia y con muchas incógnitas en mi cabeza, derrepente una voz resuena en la estancia
—porque yo se la he contado a detalle— dijo alguien a mi
espalda, reconocí esa voz, la había escuchado en alguna parte, voltee mi mirada y alli estaba el dueño de aquella singular voz, el encargado de la
tienda misteriosa que alguna vez pisé, su rostro derrepente empezó a rejuvenecer poco a poco hasta que su cabello se torno negro como la noche, sus ojos azules como el cielo, nariz respingada como la mia, una
pequeña barba negra adornaba su cara y ya no había arrugas en su rostro, yo estaba impactada, fascinada, no salia de mi asombro, pero, un momento, y este, ¿que pintaba en esta historia? pensé, pero como si
alguien hubiera leído mis pensamientos
—él es, tu tio Lucían—

El despertar de la loba blancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora