Capítulo 10 "La desesperación de Marco"

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NARRA MARCO:

Sentía un profundo dolor en mi pecho, pero aún no se rompía mi corazón, conducía hacia mi casa mientras lágrimas resbalaban por mis mejillas,
-¿porque nunca le dije las cosas a Celeste? fuí un maldito cobarde; aquella noche no era yo mismo, aquella noche destruí con mis propias manos
aquello que pertenecia a la vida de Celeste, no voy a compadecerme de mi mismo por la situación en la que me encontraba, pero si no hubiera
estado cerca, otra historia seria para ella, aunque se que ella es feliz, pero de igual forma si supiera la verdad, me odiaria tanto, que yo no lo soportaría, arrancaría mi propia piel antes de que ella me odie-
maldecía mentalmente una y otra vez, no se en que momento me enamoré de aquel angel pero ella siempre será todo para mi.
Llegue a casa y hay estaba Erik "mi padre" un hombre que me a apoyado y amado independientemente de las circunstancias que lo llevaron a estar junto a mi, se encontraba sentado frente al escritorio de su oficina, me veía con rostro compasivo con su mano hizo ademán de que me sentara
en frente
-¿Que le has dicho?-
preguntó, mientras yo tomaba asiento y respiraba profundamente, mis manos viajaban a mi rostro, y unas
lágrimas escapaban de mis ojos -No te puedes seguir culpando por algo que ya sucedió hace un tiempo, además, no fue tu culpa hijo, debes continuar y pasar la página, si quieres contárselo es tu desicion, no voy a interferir, pero, debes pensar que ella no sabe nada hacerca de nuestro
mundo, se puede asustar, y hasta podrías ponerla en peligro, pero de algo si estoy seguro, ella al final, te entenderá-
decía mi padre para intentar
calmar aquello que torturaba mi mente día y noche, negué con mi cabeza, poniendo mis manos encima de mis piernas, respirando profundamente,
lo vi a los ojos y dije
-Se que no es mi culpa, estaba fuera de control, no era yo mismo , pero ella no sabe que es sentirse asi, tu mismo lo acabas de decir, ella no conoce nuestro mundo, tampoco estoy asi por eso padre, es solo que-
dejé las palabras en el aire ahogado por las lágrimas que amenazaban mi rostro, no se porque tenia este sentimiento con ella, pero verla con Jack me hacia sentir que la perdía, no sabía como robar su amor, fuí tan malditamente cobarde todos estos años que no medí que Jack seria el ladrón de su corazon
-Te has enamorado de Celeste Brown-
dijo mi padre mirándome a los ojos de forma curiosa y con una pizca de empatía en su rostro, yo solo asentí, mi padre suspiró profundamente haciendo su espalda hacia atrás y
mirándome fijamente a los ojos -Siempre sentí algo por ella, desde niños había algo que me volvía loco de esa chica extraña, esa mirada decidida cuando se le metía algo en la cabeza, me enamoré de sus imperfecciones tan perfectas, de su forma de amar desmedida, de su lealtad, de su valentía,siempre la amé, pero siempre fuí muy cobarde para aceptarlo, el miedo de pasar por algo similar a lo que paso mi madre no me dejo
acercarme a ella como algo más que amigos, no quería que en el futuro ella tuviera que cargar con una criatura de extraña procedencia y lo rechazara por lo que era, no me atreví a ser sincero con ella, siempre e
tenido miedo, por esa razón oculté mi verdadero gusto sexual, para evitar que ella pensara que podríamos tener algo y así yo poder ser su amigo y estar siempre junto a ella, pero cometí un error, se la deje en bandeja de plata al lobo que acechaba por tenerla, se la deje, a él, a Jack Walker -
mi padre solo escuchaba silenciosamente, mientras tomaba su vaso de whisky, dejó su vaso en el escritorio y se hizo un poco hacia adelante hasta quedar su cara a la altura del escritorio, me miro fijamente y dijo
-Marco, te amo y siempre te he amado como mi hijo, evidentemente llevas mi sangre por lo tanto como no sentir aprecio por ti, pero te daré un
consejo que no solo se le da a un familiar, es un consejo que tambien se le da, a un amigo, no dejes de luchar por lo que amas, el amor es un sentimiento que es difícil de conseguir, vivimos en un mundo plagado de ostentos, avaricia, personas interesadas que simplemente aman lo que
puedes tener o lo que puedes dar, vivimos en un mundo donde las personas se enamoran de la piel, donde las hormonas dominan tu corazón y tu sentido común, un mundo donde el amor a sido abolido por la moda y "el que dirán" hijo ve tras aquello que quieres, si lo que quieres es a Celeste ve por ella, habla con ella, dale todas las explicaciones que debas
darle, asi dures una eternidad, no importa si ella se entera de todo, yo te apoyaré, de todas formas ella algún día tendrá que ver en el ADN de su pasado-
mi padre hablaba mientras yo quedaba atónito ante cada
palabra, hasta hace unos dias y pocas horas me decía que era mala idea que Celeste se enterara de lo que soy, que aún no era tiempo, pero ahora solo me mira como un padre preocupado, lleno de amor, y apoyando a su hijo en la desicion que él decida, sin importarle las consecuencias, sin preocuparse que al final de todo nos podamos joder al descubrir todo esto porque aún Celeste es muy joven, lo miré fijamente y sus
ojos estaban centelleando comprensión total
-¿Asi tenga que saber que
soy un hombre lobo?-
pregunté a mi padre, quien aflojó su corbata, e hizo su espalda hacia el asiento, respiro profundo, cerro los ojos y deslizo sus manos sobre su cara, abrió los ojos y me miro fijamente para responder
-Asi tenga que saber que somos hombres lobos, tal vez ya es momento de que la verdad salga a la luz finalmente-
afirmó.

El despertar de la loba blancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora