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La residencia de Kongpop era mucho más grande de lo que se imagino para un hombre que vivía solo, seguramente la compro esperando pronto llenarla de familia.

Por cortesía guardo su curiosidad de recorrerla, y el hecho de que tan pronto llegaron parte de la pandilla del moreno ya estaba esperando, así que se sentía cómodo sabiendo que no solo estaría Chakrii, aunque Male fuera con ellos, es la primera vez conociendo a la familia de un pretendiente.

La mesa es para doce personas y ellos son diez, entre todos, están llenado de tantos platillos para compartir, bueno menos el castaño que es su primera vez y lo llaman el invitado de honor, lo último en colocar son tres pasteles pequeños, todos es sumamente armonizo lo cual lo hace sentir cómodo, esto es algo nuevo para él, en su familia no importa el tamaño de la casa o departamento siempre hay personal de servicio, para todo, ama de llaves, mucamas, mayordomos, jardineros, vigilantes, choferes y guardaespaldas.

También es extraño y grato ala vez, que todos los amigos llaman Mae a la madre de Kong, con cariño, en su mundo siempre hay mucha etiqueta.

Los padres del moreno contrario a los suyos, se embarazon primero, a inicios de la carrera de medicina de su madre, los abuelos preocupados por un escándalo hicieron una boda rápida, estaban enamorados así no hubo mayores problemas, salvo las dificultadas de estudiar y criar un hijo al mismo tiempo que emprendían un negocio, por fortuna con el apoyo de la familia todo salió bien al punto de tener un segundo hijo, el deseo de la madre de Kong eran al menos cinco hijos, pero no del padre.

- ¿Estás incomodo? – el moreno susurra en su oído.

- No, pero no sé cómo ayudar.

- No es necesario, no lo pregunte antes, pero es importante saber ¿Esta es la segunda cita?

- Si – el moreno chasque la lengua - ¿Tenias planeado otra cosa?

- En realidad, si, quería que eligieras algo tú, algo de tu mundo que raras compartes con alguien.

- Si tenemos una cuarta...

- Hijos vengan a tomar asiento – Señala dos lugares, como Arthit no sabia donde sentarse se había quedado de pie, observando, procurando no estorbar.

- No será cuarta cita será la primera como novios – guiñe un ojo y lo guía a su asiento.

- Tan pronto se sienta, Tommy y Gun empiezan a poner alimentos saludables en su platillo y sirven agua en la copa de vino.

- ¿Cuándo conociste a la parvada? – pregunta al ver el trato amable

- La semana pasada, fui a una fogata con ellos.

- Has llegado a las mejores manos, son unos chicos muy unidos y protectores – el moreno sirve vino tinto en el resto de las copas. – Además de bailar tan increíblemente – mueve sus cuerpo - ¿practicas algún deporte?

- Bueno debemos mantener fuertes nuestros músculos, así que además de clases aburridas de finanzas – todos ríen – también tenemos entrenadores y nutriólogos.

- Pero Arthit es un poco mas exigente que sus entrenadores, se ejercita mas horas, carga mas peso, y no pasa su ingesta calórica jamás... - dice Malee - ¡Ah! y rara vez bebe alcohol.

- No me gusta

- Los pasteles si los hice yo, espero quieras probar alguno.

Danza a la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora