CAPITULO NUEVE - EL PIJAMA

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Viernes, 1 de octubre del 2021

Alma no tiene ni idea de por qué Pedrito se ríe de esa manera, pero está segura de que tiene que ver con ella. Sin embargo, no se siente incómoda, al contrario, los dos amigos la hacen sentir parte de la broma y no como si se estuvieran riendo de ella.

—Espera primero a que lo vea —le contesta Pedrito a su amigo, cuando se recupera un poco.

—¿Qué es lo que tengo que ver? —pregunta Alma llena de curiosidad mientras deja que Abiel le pase un brazo por la cintura.

—El pijama que nos hizo Abiel, uno para cada uno —contesta Pedrito divertido.

—¿Y qué tiene de gracioso? —insiste Alma.

—Nada, es una obra de arte. Uno de los logos lo diseñé yo mismo, pero no vamos a decir nada más. Será una sorpresa —interviene Abiel antes de que Pedrito pueda ni siquiera pestañear.

—Pues cuéntame por qué Abiel te trae el desayuno, Pedrito —le pide Alma y Abiel afirma con la cabeza dando su consentimiento a su amigo para que le cuente la historia.

—A comienzos de cuarto de la ESO me gustaba Mónica, una chica que estaba conmigo en clases de ajedrez —comienza a contar Pedrito.

—¿Juegas al ajedrez? A mí me encanta —lo interrumpe Alma.

—Sí, pero eso no es lo importante de la historia. En esa época mi amigo estaba muy solicitado por las chicas, imagino que igual que ahora, e hicimos la apuesta de que el primero que le preguntase para salir a una chica, siempre y cuando ella aceptase, recibiría el desayuno del otro hasta que también tuviera éxito con una cita.

—¿Nunca te han dicho que sí a una cita? —le pregunta Alma a Abiel sin dar crédito a lo que está escuchando.

—Nunca le he pedido una cita a una chica —aclara rápidamente Abiel.

—¿Tienes miedo a que te rechacen? —lo molesta Alma.

—¿Tú me rechazarías, si te pidiese una cita? —le pregunta con coqueteo Abiel.

—¿Me estás preguntando? —le sigue el juego Alma.

—¿Me estás diciendo que sí? —continúa él.

—Deberías formular la pregunta primero, si quieres saber la respuesta —lo molesta Alma.

—¿Qué clase de amigo sería, si hiciese tal cosa? Aún me quedan algunos bocadillos muy buenos que prepararle a Pedrito antes de pedirle una cita a una chica —bromea Abiel mientras acaricia el brazo izquierdo de Alma con la mano que tiene libre.

Pedrito es un mero espectador de la atracción que se palpa entre su mejor amigo y Alma. Nunca ha visto a Abiel tan interesado en alguien. Normalmente, solo habla un rato con las chicas para luego desaparecer con ellas.

Unos segundos después, Abiel se burla de la tarta de manzana que ha hecho él mismo para esta noche y pronto los tres comienzan a bromear sobre cualquier cosa.

Es una pena que el recreo se termine, ya que los tres amigos se lo están pasando genial. Pedrito es el primero en levantarse e irse, siempre le ha gustado llegar temprano a clase.

Abiel no deja que Alma se levante, impidiéndoselo con el brazo que la rodea, y espera a que todos se alejen para hablar con ella.

—No me importa las veces que quieras rechazarme, eso no hará que desista en mi empeño en tener una relación contigo —se sincera Abiel, cuando está seguro que nadie puede escucharle, salvo Alma.

—Ya tenemos una relación, somos amigos —intenta fastidiarlo ella.

—Sabes perfectamente a la relación que me refiero y no solo será poder comerte la boca cuando quiera y tú me dejes, deseo enseñarte el planetarium, las pozas naturales del río Madarquillos y el parque de El Capricho, incluso te llevaría a ver la puesta de sol en el templo de Debod. Me has vuelto un ñoño, Alma —se sincera Abiel.

XZ - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora