CAPITULO QUINCE - SENES

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Miércoles, 6 de octubre del 2021

Todos están preocupados, pero es Ellen, tal vez debido a que no maneja toda la información que conoce el resto, la que más intranquila se encuentra. También es ella la que rompe el silencio.

—¿Y eso es bueno para nuestros hijos? —pregunta temerosa.

—No, porque tendrán demasiados enemigos que no querrán que haya cambios —les intenta explicar Heracles.

—¿Entonces? Los separamos —pregunta Aarón que haría cualquier cosa por Alma.

—No será tan fácil, porque a la larga se encontrarán. Si se atraen por ser lo que son es complicado, pero se gustan incluso antes de realmente haber convivido, por lo que va a ser imposible. Yo lo viví en mis propias carnes, me enamoré de una mujer maravillosa antes de que sintiésemos la atracción del uno por el otro, porque ella también tenía sangre de dioses corriendo por sus venas. Desde que desapareció de mi vida, no he podido volver a querer a alguien y sé que nunca podré hacerlo.

—¿Significa eso que o están juntos o estarán solos? —pregunta Míriam.

—Significa que siempre estarán juntos, aunque se encuentren a miles de kilómetros, hasta que alguno de ellos desaparezca de nuestro mundo —contesta Heracles.

—Son unos niños —se queja Aarón.

—Pero si se lo permiten, la relación crecerá y madurará. Ahora mismo no tienen ningún poder desarrollado y no lo harán hasta dentro de uno o dos años. En ese momento se necesitarán más que nunca para apoyarse el uno en el otro —continúa Heracles con su explicación.

—Entonces, ¿qué hacemos? —pregunta Ellen, buscando una solución que permita a su hijo vivir la vida de un adolescente común.

—Por ahora, nada, pero debemos tener cuidado de no llamar mucho la atención. Es una suerte que los discípulos de Senés no sean ayudados por ningún ser de luz. Ahora están a oscuras —responde Heracles.

—¿Quién es Senés? —se interesa Ellen.

—Senés fue el último sacerdote tesorero del Templo de Poseidón, milagrosamente logró sobrevivir cuando la Atlántida desapareció, aunque dedicó su vida a que nadie la recordase y sus discípulos siguieron su misión. Nosotros hemos estado quince años huyendo de ellos, aunque al fallecer el descendiente de dioses que los ayudaba, se han quedado ciegos de nuevo —le explica Aarón.

—¿Por qué perseguían a vuestra hija? —pregunta Ellen.

—Porque ella representa a la Atlántida. Los seguidores de Senés tienen como misión el hacer olvidar la memoria de esa civilización, eliminando cualquier evidencia de su pasado. Lo primero que hicieron fue hacer desaparecer el medallón que representaba a la isla y luego tachar de locos y fantasiosos a cualquiera que afirmase que la Atlántida existió. Con los años se han vuelto más fanáticos y quieren hacer desaparecer a todos los descendientes de los atlantes o de Poseidón. Normalmente, le es imposible averiguar a simple vista quienes los son, pero cuando Salomón se enteró de que estaba embarazada y sumó dos más dos, se volvió loco y se unió a los sucesores de Senés.

—¿Qué quieres decir? —continúa Ellen con su interrogatorio.

—Hacía poco que yo misma le había dicho que mi novio era Ares. Él no se tomó muy bien que tuviese ese novio, pero cuando entró en cólera fue al enterarse de mi embarazo. Sin embargo, no apoyó a Senés hasta que, antes de dar a luz, conocí a Aarón y unas semanas después empezamos a salir.

—Sí, se puso furioso y, si lo pensamos detenidamente, estaba celoso —concluye Aarón.

Los cinco adultos no tienen todo el tiempo del mundo, pero han quedado para tomar decisiones y para ello es importante que todos conozcan la historia completa.

XZ - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora