CAPITULO VEINTICUATRO - HEFESTO

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Viernes, 8 de abril del 2022

Los últimos meses han pasado sin grandes cambios o sobresaltos en la familia de Alma y de Abiel. Lo único digno de mención es que Abiel ha tenido el honor de ser presentado a dos de sus tías, conforme el plan de su hermano.

Deméter es la hermana preferida de su padre y al principio siente necesidad de contarle a su hermano la existencia de este hijo que le alegraría tanto, pero tras hablarlo con Heracles, se da cuenta del daño que le haría a su sobrino, si Hera también se enterase. Media hora con Abiel y se siente tan atraída por el magnetismo de su personalidad, que comienza a cuestionarse si su fidelidad no debería estar del lado de su sobrino.

Conocer a Hestia fue más complicado. En principio, porque ella nunca sale del Olimpo y convencerla fue todo una odisea. Además, no está acostumbrada a los humanos y miró a Abiel por encima del hombro desde el primer momento.

Abiel no le dio mucha importancia, porque ya le habían advertido del carácter de su tía, pero como en las otras ocasiones, una hora después Hestia se encariñó con su sobrino, al que le pidió que la visitase cuando se encontrase a solas en el Olimpo o con los dioses que ya lo conocían, porque a ella no le gustaba ir a la Tierra.

—Hoy que no tienes clases y comienzan las vacaciones de Semana Santa, va a venir nuestro hermano Hefesto a conocerte, pero tengo que advertirte que es el más feo de los dioses, aunque no tanto como lo describen en algunos textos. Es hijo de Zeus y Hera, pero me ha dado su palabra de no contar nada sobre ti —le dice Heracles, que está acostado en la cama de Abiel junto a Hermes.

—No puedo. Daniel se va a presentar a carretera y si aprueba lo tendremos que celebrar juntos y si suspende lo tendré que consolar. Es la segunda vez que se presenta y si no consigue el carné hoy deberá pagar la próxima vez —le explica Abiel.

—¿A qué hora es el examen? —le pregunta Hermes, que está de acuerdo con Heracles, de que su sobrino tiene que conocer a todos los dioses posibles cuanto antes.

—A las doce —responde Abiel.

—Pues lo iré a buscar y nos veremos en una hora en el mismo lugar del parque del Retiro donde nos conocimos —se despide Hermes sin darle opción a Abiel a negarse.

—¿Por qué tanta prisa? —le pregunta Abiel a su hermano.

—Porque Hera está sospechando algo. Nosotros no somos los únicos que venimos a la Tierra últimamente, aunque lo hacemos con mayor frecuencia. Zeus se escapa del Olimpo una o dos veces al mes y no sabemos si tiene una amante, está con tu madre o la está buscando.

—Nunca me has dicho cuantos me quedan por conocer —le hace saber Abiel.

—Zeus tiene cinco hermanos, de los cuales solo conoces a Hermes, a Hestia y a Deméter, por lo que te quedan por conocer a Poseidón, antepasado de tu novia y el que más descendientes ha tenido en la Tierra, Hera y Zeus. Además de ellos, solo tenemos una prima, Afrodita y también antepasado de Alma. Los demás solo son nuestros medios hermanos Ares, Hefesto, Apolo, Artemisa, Atenea y a mí mismo —le explica Heracles.

—¿De quién es hija Afrodita? —pregunta curioso Abiel.

—De Poseidón y Hestia.

—¿Y nuestros hermanos?

—Atenea es hija de Zeus y Hestia. El resto son hijos de Zeus y Hera. No somos muchos, aunque a mí siempre me ha gustado la soledad, por lo que no me quejo.

—¿La soledad te gusta? Pero si vienes a verme un día sí y el otro también, Hércules —le recuerda Abiel.

—Porque tu compañía me agrada. Con el resto de los dioses no me llevo tan bien. Pero prepárate, nos vemos en cincuenta minutos en la entrada del Retiro en la que quedamos siempre —le dice Heracles antes de desaparecer.

XZ - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora