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Capítulo cinco

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Capítulo cinco

Aún no le había dicho a Neymar que efectivamente las sospechas eran ciertas

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Aún no le había dicho a Neymar que efectivamente las sospechas eran ciertas. Quería hacerlo de una forma especial, preparando algo con paciencia y amor, pero todavía no se me había ocurrido cómo. Él no había vuelto a tocar el tema después de lo que sucedió en la habitación del hotel. Una parte me decía que simplemente estaba dejándolo pasar para no presionarme, pero podía notar en la forma en que me trataba y cómo me miraba pensando que no me daba cuenta, que quería que le diera una respuesta afirmativa.

Yo estaba intentando mantener la calma. Hasta el momento la única que lo sabía era Antonela, así que el secreto quedó guardado en su baño en un país a miles de kilómetros del mío. Por supuesto había traído el test en la maleta, bien oculto para que Ney no lo encontrara, pero tenerlo escondido me estaba poniendo más nerviosa de lo normal.

Presentía que en cualquier momento el moreno lo encontraría y mi idea de darle una sorpresa se iría al diablo. No es que a mí la idea de ser madre me estuviese emocionando, de hecho, me aterraba más de lo que me alegraba, pero moría de ganas por ver su rostro iluminarse cuando tuviera el test en sus manos. Ya conversaríamos después de todo lo que conllevaba agrandar la familia, de cómo se lo diríamos a los demás y de qué precauciones tomaríamos con respecto a nuestra vida pública.

—Señorita Sara —Dejé el libro sobre mi pecho y dirigí mi vista a Paula—. Disculpe la interrupción, ¿cómo le gustaría que queden distribuidas las flores?

Sonreí casi al instante. No estaba prestándole atención a la lectura porque mis pensamientos claramente se encontraban en otro lugar que nada tenía que ver con el universo que la escritora había creado, así que me alegré de que Paula hubiera interrumpido justo en ese momento, impidiéndome avanzar con las páginas.

—Ya te dije que soy Sarita, nada de señorita Sara —Recordé—. No sé, quiero que toda la casa tenga flores, pero podés ponerlas donde a vos te parezca que quedan más lindas, lo dejo a tu criterio.

Paula, la misma Paula que tanto me costó ganarme hacía unos cuantos años atrás, ahora me sonreía de forma amable y cariñosa. La mujer de cabellos canosos se había convertido en una aliada, en una confidente y casi que en una abuela. Era muy gracioso verla retándolo a Neymar con la mirada cada vez que él hacía algo que no me gustaba.

𝗙𝗮𝗺𝗲 𝟮 |𝗡𝗲𝘆𝗺𝗮𝗿 𝗝𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora