Capítulo treinta y cinco
Neymar cargó el bolso de la bebé en el asiento del copiloto y abrió la puerta trasera para que yo pudiera subir al auto. Rafaella nuevamente fue a un lado mío, sosteniendo mi mano como una reafirmación de que estaba ahí y no iba a dejarme sola.
El camino desde el hospital a casa me pareció más corto que a la ida. Quizás porque ya estaba más tranquila, sabiendo que mi hija se quedaría un rato más en mi vientre y que el sueño que tuve no afectó un día que se suponía que sería especial. Soñaba con el momento en que finalmente pudiera tenerla entre mis brazos, pero no quería que naciera en medio de tanta confusión.
Por suerte la obstetra me dio de alta luego de tenerme una hora en observación. Me dieron calmantes para el dolor y esperamos a que hicieran efecto para dejarme volver a casa. El jugador todavía estaba en alerta, lo notaba por su forma de manejar y por como los músculos de su espalda se tensionaban con cada movimiento. Sabía que él haría todo lo posible por quitarme esa sensación de angustia que me había quedado tras la conversación que tuvimos, pero en el fondo también sabía que era algo que tenía que manejar yo sola.
No podía seguir dejando que mi pasado alterase mi presente, que la relación que yo había tenido con mis padres se trasladase a la relación que tendría con mi hija. Quería que ella tuviera la familia que yo no tuve, con padres sanos tanto física como mentalmente, que la contuvieran y la guiaran de la mejor forma posible.
Apreté la mano de Rafa y apoyé la cabeza sobre su hombro, buscando un poco de contención en mi cuñada. Su presencia en este momento me resultaba refrescante, extrañaba mucho las tardes en París con Marga y Lucre, conversar de temas banales y probar un montón de telas hasta dar con la indicada para la prenda que teníamos en mente. Añoraba con cierta nostalgia los días que pasaba mirando los partidos de Neymar encerrada en mi oficina y cómo Josué se aparecía para llevarme algo para merendar.
Mangaratiba era encantadora, un paraíso brasileño con el que cualquiera soñaría, pero yo no terminaba de adaptarme, todavía sentía que le faltaba algo.
—Davi llamó recién —la voz de mi marido fue la encargada de romper el silencio—. Dice que mañana por la tarde está llegando a Brasil.
— ¿Le dijiste algo? —pregunté, preocupada.
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𝗙𝗮𝗺𝗲 𝟮 |𝗡𝗲𝘆𝗺𝗮𝗿 𝗝𝗿
FanfictionSEGUNDA TEMPORADA DE "FAME" "Un pedacito mío mezclado con uno tuyo"