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Capítulo treinta y seis
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El helicóptero aterrizó en el helipuerto de casa a las cinco y media de la tarde. Mi panza –que llegaba a los lugares antes que el resto de mi cuerpo– me pesaba más que de costumbre, pero aun así me mantuve de pie en mi lugar, esperando a que mi mejor amiga bajara de la aeronave.
Los primeros en dejarse ver fueron Mateo y Ciro. Los hermanos Messi saludaron con la mano desde lejos, esperando al resto de la familia. Emma, que estaba a mi lado esperándolos, le dio una mirada rápida a Davi. Un cruce de miradas que prometía muchas travesuras y tardes enteras metidos dentro de la piscina.
Poco después se bajó Lionel, cargando a la pequeña Aymará en brazos. El siguiente fue Thiago y por último Antonela. Neymar pasó su brazo por mi cintura para ayudarme a caminar y así, como si hubiesen pasado años desde la última vez que nos vimos, nos abrazamos a nuestros amigos. Sentí el aroma al perfume de mi mejor amiga y se me llenaron los ojos de lágrimas.
La familia Messi estaba acá para el nacimiento de su ahijada. Ya había entrado en los nueve meses, pero aún la pequeña no había mostrado señales de querer salir pronto del cascarón. Hasta el momento todavía no había tenido contracciones tan fuertes como los de aquella madrugada.
—Bienvenidos —Dije, soltándome de a poco de Anto—. ¿Cómo estuvo el vuelo?
—Agotador, no veíamos la hora de aterrizar.
—Mauro les preparó algo para comer, pero suban a cambiarse primero.
Neymar llamó a dos de las empleadas para que los ayudara con el equipaje, mientras nosotros los seguíamos hacia el interior de la casa. Les había dicho a ambos que no era necesario que pusieran en pausa sus obligaciones para venir antes de tiempo, de toda forma, tanto mi marido como yo les íbamos a avisar cuando la bebé naciera.
Sin embargo, como era de esperarse, ninguno de los dos quiso perderse nada. Así que acá estaban, acomodándose para quedarse al menos una semana. Ya habíamos pasado de la fecha estipulada para el parto, pero la obstetra dijo que era normal en el primer embarazo que la fecha no se cumpliera.
