Capítulo dieciocho
— ¿Cómo está ese pequeñín?
Sonreí y casi de forma automática me llevé la mano derecha a la panza, acariciándola con delicadeza. Era increíble el instinto que había comenzado a desarrollar desde que me enteré que estaba esperando a la bananita. Cuando alguien me preguntaba por el embarazo, instantáneamente todo dentro de mi cuerpo se alertaba, a veces de una manera positiva y otras veces como si tuviese que defenderme de algo.
—Muy bien, hoy se levantó tranquilo —Dije, mirando a Lucrecia, la recepcionista de mi empresa—. Apenas sentí sus pataditas cuando me desperté, pero luego se calmó.
— ¿Será que saldrá futbolista como el papá? —Margarita me miró sugerente, preguntándome con sus ojos si podía acariciarme el vientre—. Hola, chiquito...
Hice una expresión de sorpresa cuando lo sentí removerse. Por lo general solo lo hacía cuando escuchaba la voz de Neymar o la mía, ni siquiera Emma había logrado que su sobrino se moviera al escucharla hablar.
—Que raro —Murmuré—. Parece que le agradas, es bastante tímido con las personas.
—Como la mamá —Marga se rio, contagiándonos a Lucre y a mí—. Estás hermosa, Sarita. El embarazo te está haciendo brillar sin duda alguna.
—Comparto, ya eres linda de por sí, pero ahora estás bellísima.
—Muchas gracias, chicas —Me acomodé la correa de la cartera en el hombro y señalé mi oficina con la cabeza—. Si me disculpan voy a empezar con la jornada laboral porque hoy tenemos la agenda bastante movidita.
Las chicas asintieron y volvieron a prestarle atención a la pila de papeles y al monitor que tenían adelante. Ambas eran las encargadas de mantener el orden de mi día, si ellas no hicieran tan bien su trabajo probablemente yo viviría yendo atrasada a las reuniones o incluso faltando. Mi memoria estaba cada vez peor con el tema de las fechas, por suerte recordaba perfectamente cuándo tenía las citas con el obstetra sin necesidad de que Marga y Lucre estuvieran al pendiente de eso.
Entré a mi oficina, dejé la cartera sobre el sofá blanco y agarré el control de la televisión que estaba sobre la mesita. Hoy era día de partido, pero Neymar jugaba de visitante en Marsella así que no pude acompañarlo. Habíamos decidido no arriesgarnos con el tema del embarazo, sin bien la prensa ya se había enterado, todavía queríamos resguardar nuestra privacidad lo máximo que se nos permitiera.
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𝗙𝗮𝗺𝗲 𝟮 |𝗡𝗲𝘆𝗺𝗮𝗿 𝗝𝗿
FanfictionSEGUNDA TEMPORADA DE "FAME" "Un pedacito mío mezclado con uno tuyo"