CONTROL

Capítulo 3

Oficialmente he iniciado mis clases en la famosa escuela Salvatore. Hasta ahora no habido ningún accidente con la naturaleza que he estado ocultando durante todos estos años.

Según el horario que Josie me ha dado no solo recibiré clases relacionadas con el mundo sobrenatural si que también recibiré clases normales, como historia, geometría, sociales, idiomas, literatura y deportes. Mi día de clases esta cerca de acabar, ahora mismo estoy en mi penúltima clase, deportes.

Somos alrededor cinco alumnos, entre ellos se encuentra la chica de ayer en la noche. 

Hope Mikaelson.

— ¿Cuándo planeas acercarte a ella? — mi otro yo aparece en mi lado izquierdo — . Ella no te ha quitado los ojos de encima desde que entramos al gimnasio —comenta.

—¿Quieres callarte? Quiero disfrutar de la clase — le digo.

— Hay algo raro...— dice.

 —¿Raro?

—En ella ¿No te has dado cuenta?

 —No te estoy entendiendo.

—Se nota que de los dos yo soy el más inteligente — contesta mi gemelo — . Hay algo raro en su olor. Es un olor nuevo. Nunca antes había captado algo cómo esto ¿Tú no te has dado cuenta Leo?  No es cómo todos los demás aquí presentes. Hope Mikaelson es más especial de lo que nos podemos imaginar.

—No le veo lo especial — contesto y mi doble ríe.

— Oh querido Leo, no todo es lo que parece.

—¡Ey nuevo! — escucho una voz a mi derecha.

Volteo y me encuentro con un chico el cual tiene un balón en sus manos.

— Bienvenido a la escuela — me lanza el balón.

Detengo el balón sin ninguna dificultad y la expresión del muchacho cambia.

— Gracias — respondo.

Le arrojo el balón, choca contra su cara y cae al suelo para terminar con todos los demás riéndose de él.

— Vaya hasta que por fin haces algo inteligente Leo — dice mi otro yo mientras cruza los brazos.

 El muchacho me mira con enojo mientras que su nariz sale sangre.

—Aún que creo que debemos de hacer algo más con él... ¿Te parece abrirle la garganta? ¿Recuerdas eso mi amigo? ¿Recuerdas cómo nos divertimos haciendo eso?

—Cállate.

Camino hacia la salida del gimnasio con rapidez.

Salgo del lugar y me detengo en medio del pasillo.

No debí de haber hecho eso, esa acción no fue la correcta.

¿En qué carajos estaba pensando? Claramente no pensé bien. Carajo, soy un tonto.

Escucho la puerta abrirse a mis espaldas.

— Leo.

Me doy la vuelta y me encuentro con Hope Mikaelson.

— ¿Estás bien? — me pregunta.

— Si lo estoy.

— ¿Seguro? — ella se me acerca.

— Si, estoy bien Hope — contesto — . Lamento todo lo de allá dentro. Yo no hice bien en hacerle eso a ese chico

— Tranquilo, es un lobo. Estará bien — responde ella y se detiene algo cerca de mi.