Capítulo 19

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El croatan nada más me trajo problemas. Elizabeth no me habla y ahora Alaric y los demás saben sobre Sebastian. Estos últimos días no han sido fáciles para mi. Desdé todo el asunto del croatan no he visto a Sebastian, cuando volví a mi habitación él ya no estaba ahí, estoy preocupado por él.

—¿Querías verme? —entro a la oficina de Alaric.

—Hemos estado buscando a tú novio vampiro por toda la escuela, no hemos encontrado nada.

—No es mi novio. Escucha sé que estás molesto conmigo por lo de Lizzie.

—Leo, no estoy molesto por eso, lo de Lizzie, Sebastian y tú es un problema sin importancia, algo pasajero. Por lo que estoy molesto realmente es por que lo dejaste libre sabiendo bien que no podías.

—Ibas a quemarlo.

—Por que es peligroso.

—Entonces a mi también me deberías de quemar Ric, también soy peligroso.

—Es diferente.

—No lo es —respondo —. Sebastian es un vampiro, algo con lo que ya has tratado. Nunca Mystic Falls ha tratado con un nogitsune, yo soy más peligroso que Sebastian y en el fondo lo sabes.

—Leo...

—Saldré al pueblo, también lo voy a buscar. Pero antes iré a ver a Josie. Aún tenemos su problema en las manos y necesitamos resolverlo.

—Los brujos de la escuela ya están buscando un nuevo recipiente.

—Tienen que ser rápidos, el reloj no soportará demasiado.

Camino hacia la salida y abandono la oficina para ir a la habitación de la hermana de Lizzie.

Camino un poco por la escuela y llego a la puerta de la habitación. Toco a la puerta, tomo la manija, la abro y entro en el cuarto. Josie se encuentra sentada sobre su cama viendo el reloj.

—Hola Jo.

Ella sale de sus pensamientos y voltea hacia mi.

—Hola Leo.

—¿Cómo te sientes?

—Un poco mejor.

Cierro la puerta y me acerco a ella.

Observo el reloj, la grieta se está haciendo más notable con cada minuto que pasa.

—El tiempo se está agotando.

—Tú padre dice que los brujos de la escuela ya están buscando un nuevo recipiente.

—Realmente espero que lo encuentren. La magia negra podría traer problemas.

—¿Más de los qué ya hay? —tomo asiento junto a ella.

—¿Lo dices por lo de Lizzie?

—¿Ya te lo dijo?

—Todo.

—Supongo que me odias también.

—No te odio. El enojo de Lizzie es tonto —dice —. Mi hermana no era nada del vampiro ese para molestarse por que tú lo hayas besado. Nadie está molesto contigo por eso.

—Solo Lizzie.

—Se le pasará. Ella te quiere mucho.

—Honestamente no lo creo, debí de haberlo dicho desdé hace mucho —respondo.

—Dale tiempo —dice Jo —.¿Y el vampiro? ¿Lo quieres?

—¿Quererlo? 

Jo asiente con la cabeza.

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