Capítulo 24

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—Gracias por la invitación —le digo al matrimonio Salvatore mientras voy en el asiento trasero de su coche —. Me hacia falta salir de la escuela por un rato.

—Alaric nos comento lo que hiciste por Josie en la escuela —responde Elena —. Fuiste un gran amigo Leo. Fuiste todo un héroe.

—No creo que llegue a héroe.

—Lo haces chico —contesta Damon Salvatore —. No cualquiera hace lo que tú hiciste por la hija de Ric. Eres un héroe Leo, si me lo preguntan a mi... la escuela Salvatore tiene suerte en tenerte.

—Gracias por sus palabras.

Damon continúa conduciendo, pasan unos minutos y por fin llegamos a la cabaña de los padres de Elena. No es muy grande pero se ve acogedora, el ambiente se ve muy tranquilo y el lago que tiene al lado es hermoso.

Bajamos del coche y todos comenzamos a descargar las cosas del auto para luego caminar hacia la entrada de la cabaña. Elena abre la cabaña y los tres nos adentramos en la propiedad.

—Es linda —comento.

—Lo es —responde Elena con una sonrisa —. Es mi lugar favorito. Ponte cómodo Leo.

Elena y yo dejamos las cosas en la cocina de la cabaña y comenzamos a ordenar todo mientras que Damon va a cortar un poco de leña para la noche. Pasan otros minutos, terminamos con la cocina, salgo de la cabaña y camino directamente hacia el pequeño muelle del lago.

Me coloco encima del muelle y me quedo observando las aguas cristalinas del lago con suma tranquilidad. Se siente bien el tener un poco de paz después de tantas cosas que han pasado en mi vida últimamente.

Ahora que la magia negra está controlada me siento un poco mejor, claro que aún queda Malivore y sus monstruos pero la magia negra era lo que más me estaba preocupando.

—¿Todo bien? —la voz de Damon suena a mis espaldas.

—Si —me doy la vuelta y quedo frente al ex vampiro.

—Te notabas pensativo ¿Extrañas a tus novios?

—¿Crees qué estoy loco por aceptar un tipo de relación así?

—No estás loco, eres alguien que disfruta la vida. Yo hubiera hecho lo mismo.—se coloca a mi izquierda, doy la vuelta y ambos nos quedamos viendo al lago —. No le digas a Elena que lo dije.

Me río.

—No te preocupes, no le diré nada.

—Lo importante es que seas feliz.

—Lo soy. Con Hope y Sebastian a mi lado, me siento bien. Ya no me siento solo.

—¿Te sentías solo?

—Si, después de años de vivir solo sin una familia. Se siente bien el tener a alguien a tú lado.

—Leo... ¿Te gustaría tener una familia de nuevo?

—¿Qué pregunta es esa? —miro al oji-azul —. Claro que me gustaría. La familia es importante en la vida de alguien. Es tú verdadero lugar seguro.

Damon asienten con la cabeza levemente.

—¿Extrañas a tú hermano?

—No hay un día en que no lo haga, pero sé bien que él está en paz.

—Me alegra que tengas esa seguridad. Yo... no sé si mi madre esté en paz en dónde quiera que esté.

Damon voltea hacia mi.

—Después de lo que hice, después de todas las vidas que quite. Ella no debe de tener paz. Se debe de sentir demasiado mal por tener un hijo cómo yo. Un hijo maldito. Un monstruo desgraciado.

—No eres un monstruo. No tengas esos pensamientos Leo —responde el marido de Elena —. Tú madre no se siente mal, por que debe saber perfectamente que no eres un hijo maldito cómo dices ser —se coloca frente a mi, me toma de la barbilla y hace que cruce mi mirada con la de él —Ella está en paz. Tengo la seguridad de ello.

—Damon...

—Tú madre esté en paz Leo —sonríe —. Crío a un buen hijo, cómo te dije antes, eres un héroe por lo que hiciste no solo por Josie si no por toda la escuela Salvatore y Mystic Falls. Si no hubieras hecho lo que hiciste esa magia negra hubiera provocado mucho caos. Nos salvaste Leo Black. Ella está orgullosa de ti.

De los ojos comienzan a salir lágrimas y estás bajan lentamente por mis mejillas.

—Ven acá —me toma del brazo izquierdo, me jala hacia él y me abraza con fuerza —. Ya no estás solo niño tonto. No lo digo por tus novios, por tus amigos y por Ric. Lo digo también por nosotros dos. Elena se ha encariñado demasiado contigo y para ser honesto yo también —me dice —Vamos a estar ahí para siempre que tú necesites.

—Gracias...—lo abrazo también.

Alguien me abraza por la espalda, volteo y me encuentro con Elena.

—Gracias a los dos.

—Vamos a estar siempre ahí Leo —dice ella —. Tenlo en cuenta siempre ¿Si cariño?

—Si, gracias.

Esté abrazo... se siente bien. Había olvidado lo que se sentía.

La calidez que estoy sintiendo en estos momentos es indescriptible.

Yo... siento cómo si estuviera abrazando a mi madre.

 siento cómo si estuviera abrazando a mi madre

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