Murmullos, palabras intangibles es lo único que escucho desde hace tiempo, ¿cuánto? No sé, me sería imposible descifrar el tiempo en este extraño mar sin agua. Me he encontrado flotando a la deriva, rodeado de la más profunda y densa oscuridad, sin sentir un antisivo de luz. Por millonésima vez intento abrir los ojos, la cabeza me pesa el triple, mis sentidos están embotados y la boca la siento más seca y agrietada que el desierto del Sahara. Tomo aire con fuerza, grave error, un terrible ardor se concentra en mis costillas haciéndome encoger de dolor.
— Tranquilo— me dice una voz— espere un segundo, no se mueva— ahora sí, por fin, abro los ojos de golpe para fijarme en la figura parada a mi lado. Bueno, intento hacerlo porque solo defino un cuerpo difuso rodeada de luz.
¿Me habré muerto? ¿Es esto el cielo? Giro la cabeza hacia otro lado con demasiada fuerza por lo cual la vista se me nubla por unos segundos. Hay una ventana con cortinas celestes, las paredes son blancas y al dirigir la vista otra vez hacia la figura, me doy cuenta de que es una enfermera. Está situada al lado de una máquina y unos cables que están conectados a mi cuerpo, por lo tanto, no, no estoy muerto. La chica se pone a contarme lo que está haciendo mientras maneja la vía en mi mano derecha.
— ¿Dónde estoy? — pregunto con voz cuarteada. Me duele cada mísero hueso del cuerpo y la cabeza parece querer explotarme.
— En el hospital, espera ten, bebe esto— dice acercando un vaso de agua a mis labios. Se lo agradezco en silencio mientras me da pequeños sorbos, si por mí fuera me lo tomaría de un trago.
— ¿Qué me pasó? — vuelvo a preguntar sintiendo un alivio tremendo en la boca. Me cuesta horrores pensar e hilar una frase con otra. Además, no recuerdo como llegué aquí.
— Dentro de poco vendrá la doctora, ella le explicará todo— asiento sin agregar nada más. Intento recordar lo que me trajo aquí. Nada, lo tengo todo en blanco.
Dios, ni siquiera recuerdo mi nombre. Respiro, debo calmarme, no consigo nada alterándome, lo mejor es mantener la tranquilidad. Unos minutos después una mujer de pelo negro, ojos de gato y sonrisa dulce entra en la habitación.
— Me alegra que haya despertado por fin, empezábamos a temer lo peor— dice al llegar a mi lado— Soy la doctora Alanna, ¿cómo se siente?
— Me siento como si me hubiera pasado por encima un camión lleno de elefantes e hipopótamos— digo mirando mi brazo izquierdo— ¿Qué me pasó?
— Nadie lo sabe. Te encontraron en la orilla de la playa al día siguiente de una fuerte tormenta, hace una semana— me aclara mirándome directamente a los ojos. Me quedo mudo, ¿una semana, tormenta?, no recuerdo nada sobre eso.
— ¿Hace una semana?
— Así es, hace una semana— me dice con una pequeña sonrisa— Lleva inconsciente siete días. Unos señores que paseaban esa mañana por la playa lo encontraron. Cómo no había restos de algún barco supusimos que se había caído. ¿Recuerda algo de ese día?
— No, no recuerdo ni mi nombre. ¡Oh dios, no recuerdo mi nombre! — exclamo sin poder contenerme moviéndome instintivamente, lo cual me provocó un buen dolor.
— Tranquilícese por favor— dice la doctora poniéndose a mi lado y acomodándome de nuevo— No debería hacer esos movimientos. Tiene unas cuantas costillas rotas, el brazo izquierdo fracturado, una fuerte contusión cerebral y unas cuantas heridas que necesitaron varios puntos— me aclara haciéndome comprender mi malestar.
— En otras palabras, estoy hecho una mierda— digo en un intento de bromear, ella se ríe.
— Básicamente sí. La amnesia es normal debido al golpe que recibió. En realidad, que esté vivo es un enorme milagro. Sobrevivir a semejante tempestad es algo matemáticamente imposible, las probabilidades estaban en su contra— me dice tocándome la mano. Suspiro, ¿un milagro? Supongo que debería estar agradecido con Dios, si es que existe. Probablemente sea así, puesto que me salvé.
— ¿Tardaré mucho en recuperar la memoria? — pregunto un poco asustado.
— Depende— dice vacilante antes de proseguir— Puede ser cosa de una semana, días, meses o… años.
— ¿Años?, puedo tardar años en recuperar la memoria. Eso es imposible, ¿no puedo hacer algo para recobrarla antes? — pregunto esperanzado. No puedo esperar años. No sé si tengo una familia, si estoy casado, tengo hijos, que se yo. Seguramente estarán pensando que estoy muerto, debo hallarlos para que sepan la verdad. Aunque, ¿cómo hacerlo cuando no recuerdo nada sobre mí?
— Lamentablemente no hay nada que podamos hacer al respecto. Debe tener paciencia y tomárselo con calma para que pueda recuperarse satisfactoriamente— resoplo, como si fuera tan fácil. Tener la mente en blanco, no saber dónde estoy, quién soy, o de dónde vengo es aterrador.
— ¿No encontraron algo junto a mi cuerpo, no sé, alguna cosa que me identificara?
— No, estaba usted solo— genial mis esperanzas se van reduciendo. Debo descubrir algo más, seguramente si me esfuerzo un poco puedo traer algún recuerdo a mi mente — Creo que lo mejor es que descanse. Ha sido demasiado para asimilar en muy poco tiempo. Le prometo que todo mejorará. Poco a poco podremos ir intentado traer de vuelta su memoria. Tenga, tómese esto— dice entregándome un vaso con algo extraño.
— ¿Qué es esto?
— Una mezcla de hierba buena, romero y toronjil. Tienen propiedades sedantes naturales entre otras cosas. Lo ayudarán a tranquilizarse y dormir— me aclara incitándome a beberlo. Lo hago.
— ¿No puede ponerme anestesia o algo así?
— Aquí todo es a base natural. Nada de químicos, de tecnología. Ya le contaré cosas sobre este lugar para que lo conozca mejor. Le encantará, es un pueblo muy tranquilo.
— Ah, esto… ¿dónde estoy? — le pregunto empezándome a adormecer. No creo que sea el mejunje, pero el cansancio, la fuerte impresión, los nervios y los dolores están minando mi energía. Además, tengo una sensación extraña, como si me faltara algo o alguien.
— En Valle Azul, un pueblo al sur de Terranova— me dice antes de que me quede completamente dormido. Valle Azul, un nombre muy bonito y pintoresco. Solo espero que al despertarme todo mejore.
Necesito recuperar mis recuerdos, necesito volver con…con… no sé, pero algo me dice que hay una persona muy especial esperando por mí.
🌊❤️🌊❤️🌊❤️🌊❤️
Tarán, ¿qué les parece? ¿Qué piensan de cómo avanza la historia?
No se olviden de darle a la ⭐, sólo si quieren y comenten, me encantaría saber que piensan de la trama. Miles de besos 💞
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EL AMOR EN LA TORMENTA ~LIBRO III
RomanceErika de Avellaneda es una famosa bióloga que vive en Londres, siente un profundo amor por el mar y las criaturas que habitan en sus profundidades. Un día es invitada por sus compañeros de trabajo a un crucero. Decide asistir sin imaginarse que en e...