Capítulo XX~¿EXISTE EL AMOR?

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¿Existe el amor?, ¿de verdad podemos enamorarnos?, ¿será solo una atracción química? Muchas preguntas se ha planteado el hombre a lo largo de los tiempos sobre estos temas. Algunos pensarán que no, que el amor es simplemente un invento surgido a través de los años. Una fantasía de la cual se sirven los artistas denominándola una fuente de inspiración. Creer o no creer en él depende de nosotros.

Nadie es igual, todos amamos de diversas formas y pensamos diferente. Si miramos con atención, si no vamos por la vida solo por ir y nos fijamos en los detalles, veremos infinitos tipos de amores: el imposible, el verdadero, el no correspondido, el platónico... y así muchos más complejos. El amor es un hermoso regalo que no todos aprecian y respetan. Querer a otros es complicado, pues él/ella debe ganarse nuestra confianza, respeto, simpatía. El llegar a la camaradería, los secretos compartidos y el cariño no es un camino fácil, sino una encrucijada que nos exige dar lo mejor de nosotros. Las relaciones, ya sean de amistad o de pareja, deben tratarse con respeto. Cultivarse día a día, atenderse, procurar estar si nos necesitan. En definitiva, el amor es como un bebé que nos exige todo nuestro tiempo y atención para poder prosperar.

Ver las muestras de afecto a tu alrededor mientras te preguntas una y otra vez si tú habrás sentido eso por alguien o viceversa, es deprimente. No recordar tu vida, los buenos y malos momentos, las caídas, las veces que te levantaste sin rendirte, es estresante. Es triste no saber nada más allá del nombre y algunos momentos salteados de infancia, adolescencia y adultez. Tres meses hace desde que llegué a Valle Azul y dos desde que tuve aquel extraño recuerdo tergiversado con los complejos pasadizos del mundo de los sueños. Según Alanna, al contárselo, el recuerdo consta de dos partes unidos en una. La primera: cuando conocí a la misteriosa chica, "mi sirena de mar", la segunda: el accidente que me trajo al pueblo. En esta parte estaba de nuevo en un barco (si era mío o iba como pasajero lo desconozco completamente). Solo descubrí que el motivo de mi llegada fue una enorme ola que chocó contra el lateral del mismo. Trato de no pensar en ello para no volverme loco; sacarlo de mi mente ha sido imposible y ningún intento de Alanna ha dado frutos.

— ¡Ya lo tengo! — exclama Alanna llegando a mi lado en el establo donde estoy cepillando a los caballos. La miro arqueando una ceja.

— ¿Qué tienes?— pregunto intrigado por la cara de emoción que trae.

— La mejor forma de distraerte de tus preocupaciones y al mismo tiempo pasar un agradable rato— dice dedicándome una enorme sonrisa.

— Me pregunto qué habrá planeado esa cabecita tuya.

— Ya verás, la idea te agradará— asegura convencida de ello— Estaba atendiendo a unos niños en la escuela que debían vacunarse y entonces oí una plática de los profesores...

— Oir conversaciones ajenas es de mala educación ¿sabías? — le digo para picarla.

— No estaba escuchando, fue por pura casualidad. Pasaba por allí en ese momento...— se excusa haciéndome reír.

— Ya por supuesto — digo poniendo los ojos en blanco. Sé que no lo hizo adrede, pero molestarla me encanta. Alanna resopla exasperada.

— ¿Me vas a dejar continuar o no? — me pregunta molesta. Hago como si me cosiera la boca sacándole una risita. Toma aire para proseguir— Como iba diciendo, oí una plática de los profesores de una acampada que harán los niños mañana por la noche.

— ¿Ellos solos?

— Obvio no— me responde rodando los ojos— Los niños están tratando de conseguir algún adulto que tenga el suficiente tiempo para ir con ellos.

— Ya, ¿puedo saber dónde entro yo ahí?

— Dónde entramos querrás decir— me corrige— Tú y yo los llevaremos— la miro durante unos segundos sin hablar esperando que sea una broma.

EL AMOR EN LA TORMENTA ~LIBRO IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora