¿QUIÉN ES ÉL?

Capítulo 21

Halsey

Nunca me imaginé estando en el vacío, dónde mi voz se escuchara a ecos pero que de alguna manera no generara ningún tipo de miedo, es cómo si estuviera entre el saber quién soy o qué pasa pero al mismo tiempo estar desconectada de la realidad y mi cuerpo. Solo es mi mente danzando en la oscuridad una y otra vez, tratando de brindarle sentido a lo que sucede.

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Llanto, escucho llanto.

— ¡Me va a quitar a mi hija! Ahora sabe de su existencia... No puedo permitirlo, no me la va a quitar —mamá corre hacia mí— Bebé, sé qué mentí y te he pedido que lo hagas. Pero es por tu bien, necesitamos cambiar algunas cosas ¿Vale? —asiento sin entender.

— Mami, no entiendo. Tengo nueve no siete.

— Ya no, cariño. Papi se va a ocupar de eso, no te preocupes ¿Lo guardarás como otro de nuestros secretos?

— Si.

— Bien —gira en dirección a mi padre— Ya sabes qué hacer, no puede quedar rastro de nada. Si nos descubre estamos acabados.

— Lo sé, cariño. No te preocupes.

— Aún estás muy pequeña para entender pero... Papá y yo te hemos amado desde el primer momento en que te vimos, y porque lo hicimos decidimos tenerte con nosotros. Tal vez no llevemos la misma sangre pero eso no importa porque tú nos amas a nosotros de vuelta ¿Cierto?

— Si —digo incluso aunque no comprendo de lo qué me habla.

— Ahora, esto debe quedar entre los tres ¿Ok?... Nadie por nada del mundo debe saber nuestro pequeño secreto, hija... ¿Me entiendes?

— Si, papá.

— Esa es mi princesa —me deja un beso en la frente.

¿Quiénes son realmente?

— ¡Halsey, Andrey, Nathan y Danielle! ¡Vengan a comer qué se les enfría la comida! —miro en todas las direcciones y pero mi cuerpo solo puede centrarse en los nombres que esa mujer ha dicho.

— ¡Ya vamos, mamá! —me mira una niña, la misma de mi otro sueño— Vamos Hals, hay que decirles que mamá nos llama, sino se enojará con nosotras —la sigo sin entender que sucede, incluso si el contexto es muy claro. Miro alrededor y noto que nos encontramos en una isla... Esa isla.

Quiero detenerme y correr a los brazos de mi madre pero mi cuerpo no responde, no tengo ningún control sobre él.

— ¡No!, Yo se lo daré —escucho la voz ajetreada de un niño cerca de donde nos encontramos, viene corriendo junto a otro.

— ¡Nate! ¡Mamá nos estaba llamando a todos para ir a comer!

— Ya vamos Danie, solo déjame darle esto a Hals —me sonríe y toma mi pequeña mano para colocar en mi palma una piedra en forma de corazón que tiene grabada unas iniciales— Para que nos recuerdes siempre.

Siento mi corazón hundirse y cierro mis ojos para darle paso nuevamente a la oscuridad.

— ¡Casi muere, Bruno!.. ¡Es él! ¡Estoy segura de que él intentó ahogar a nuestra niña! —me siento aturdida por los gritos.