Capítulo 23

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Este capítulo tiene contenido que puede resultar sensible para algunas personas, debido a la exposición de temas como el suicidio, asesinatos, secuestros, manipulación, entre otros. Es importante mencionar que todo lo presente en este libro es puramente ficción y no tiene la intención de ofender a nadie a través de estos temas. Asimismo, se ha investigado y manejado con el mayor respeto temas tan delicados como el suicidio y demás. Si estás atravesando una situación difícil, quiero recordarte que no estás solo, no estás sola. Pedir ayuda no está mal, eres importante y vales mucho.









Una pequeña risa sale de mi.

— ¿Tu hija? —suelto con ironia— Tienes que estar jodiéndome porque no hay forma en este mundo de que yo sea tu hija —mis pensamientos van a mil y solo puedo tomar mi cabeza con ambas manos sin saber a dónde mirar— Esto es una mentira. Si, tiene que serlo —me repito a mi misma.

— Hija... —empieza él pero no lo dejo continuar.

— ¡No! —grito y miro a mi madre— ¡¿No piensas decir nada?! ¡¿No piensas desmentirlo?! ¡¿Cómo es que él dice ser mi padre?! —me acerco a ella— ¡Habla de una bendita vez!

— ¡Es cierto! ¡Es cierto! ¡Kerem es tu padre! ¡Bruno y yo te arrancamos de los brazos de tu verdadera madre! ¡Y nosotros la matamos! ¡¿Eso es lo que querías escuchar?!

Un escalofrío recorre mi cuerpo, y siento como la bilis sube por mi garganta pero trato de controlarme, mientras Kerem parece a nada de querer saltarle a mi madre.

— ¡No podía tener hijos! ¡Y ella siempre tuvo todo lo que siempre quise! ¡Dinero, poder, hijos! ¡Me lo merecía! ¡Tú eres mi hija, no de ella! ¡Mía!.. Ella era un estorbo para nosotros y no podíamos dejar que Kerem se enterara de todo lo que había pasado, el robo, el intento de secuestro ¡Ella se lo buscó..!

— ¡¿De qué hablas Katherine?! —le interrumpe Kerem pero no puedo seguir escuchando.

— ¿Estás diciendo que la persona que ha intentado matarme en más de una ocasión, la persona que literalmente me disparó hace menos de tres meses es mi padre? —miro a mi madre— No solo con eso, me estás diciendo que mataron a mi mamá y me secuestraron —siento que estoy a nada de explotar— ¿Qué cara tienes para...? —siento mis manos temblar— ¡Todo esto es una mierda! ¡No puede ser real! —y dejo de pensar, porque sentir tanto dolor me está cegando. No entiendo en que momento comienzo a lanzar todo lo que está sobre la mesa, solo siento como si mi pecho estuviera en fuego producto de querer evitar el llanto que sé, quiere salir— Todos mienten, ellos mienten —me repito mientras golpeo mi cabeza con mis manos, pero el ardor en mi pecho empeora, junto a mi respiración— Me duele —me quejo— Me duele mucho —y no puedo seguir evitando el llanto. Lo dejo ir mientras mi mente no para de reproducir palabra tras palabra.

Tu vida es una mentira, no le importas a nadie.

Debiste haber muerto hace mucho.

No vales nada.

Todo será mejor si no puedes sentir y solo hay una manera de no hacerlo.

Hazlo

Hazlo

Hazlo

Y justo lo veo frente a mi.

Un cuchillo.

— ¡No! —grita Nathan pero no le presto atención porque justo dirigo el objeto afilado a mi cuello.

— ¿Qué tengo de malo? —me dirijo a Nathan— ¡No te acerques! —le grito en cuanto veo sus intenciones, y miro a la mujer que el día de hoy a terminado de romper mi voluntad- ¿Tan difícil soy de amar? Nunca fuí suficiente ¿Cierto?... Creo que al final él tendrá lo que siempre quiso... Mi muerte —siento en mis sienes las pulsaciones constantes.

¿QUIÉN ES ÉL?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora