Adios Japon

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De vuelta a Japón, Jotaro y Kakyoin continuaron con su rutina de ir a la escuela y luego pasar la tarde en casa del pelinegro. Después de varias semanas, Sadao volvió. Fueron meses largos en el que el divorcio se tramitaba. Holly trataba de no llorar cada vez que veía al que ahora era su ex esposo y su hijo, aunque no la consolaba con palabras, siempre trataba de estar a su lado para apoyarla. Obviamente el pelirrojo también le brindó todo su apoyo a la mujer. Finalmente, todas esas semanas pesadas y difíciles pasaron. Por desgracia, no pudieron quedarse con la casa, pero el hombre les permitió quedarse hasta que Jotaro se graduara. Cuando ese momento llegara, ellos se mudarían a Estados Unidos. Los dos adolescentes estaban ya terminando su ultimo año escolar. En cuestión de dos meses mas, ellos habrían terminado la preparatoria. Los exámenes finales fueron difíciles, pero lo lograron. Ellos oficialmente habían terminado la preparatoria. Todos los alumnos tomaron sus diplomas mientras los padres observaban. Holly no podia parar de llorar y los padres de Kakyoin quienes estaban sentados al lado suya, la miraban extrañados por el drama que estaba montando. Sus hijos habían presentado a sus progenitores a los del contrario. Claro esta que los dos le pidieron a Holly que no les revelara sobre su relación romántica. Ella tuvo varios deslices en los que casi lo revelaba pero trataba de ocultarlo rápidamente. Como habia sido el caso cuando ella les felicito por el buen trabajo que habían hecho educando al chico y que se sentía feliz de tenerlo en su familia ahora. Ellos le miraron extrañados y rápidamente ella trató de explicarse diciendo que sus hijos tenían tan buena amistad que eran como hermanos. Estaba claro que los padres de Kakyoin se veían un poco incomodos por la energía y proximidad con la que hablaba la mujer, pero trataron de aguantarlo. Cuando la ceremonia terminó, los padres se abrazaron con sus hijos y los felicitaron. Todos sabemos quien felicitó a su hijo con mas energía. Después, los dos recién graduados, les pidieron a sus padres que les dejaran despedirse del instituto y sus compañeros. Aunque en realidad, simplemente se dirigieron a su escondite para hablar por ultima vez en aquel lugar donde compartieron tantos momentos.

-Dime Jojo ¿Qué planes tienes ahora?

-Cuando nos mudemos a Nueva York, iré a una universidad  ha estudiar biología marina. Eso es lo que quiero hace, ser un biólogo marino.

Kakyoin río.- Si, se lo mucho que te gustan los animales marinos.- Antes de continuar hablando, el apoyo su cabeza en el hombro del chico.- Estoy muy feliz de que me permitáis mudarme con vosotros... Aquí no creo poder continuar mi sueño de ser pintor... Al menos no si sigo con mis padres.

-No te preocupes... Todos en la familia te aman, les haría muy felices que te mudaras con nosotros. Pero aunque ya no estés mas con tus padres, se los dirás ¿Verdad?

-Por supuesto, esto es un paso que debo dar. Yo llevo queriendo hacerlo desde hace meses, pero no podia hacerlo aun. Por suerte, ahora que he terminado el instituto y comenzare a vivir contigo, no estoy preocupado. Digan lo que digan, mis siguientes pasos serán los mismos.

-Además, aunque ellos no te apoyen, mi familia lo hace. Pero esta claro que seria mejor que ellos reaccionaran de manera positiva.

-Por supuesto... Pero no me quiero hacer muchas ilusiones...

Kakyoin suspiro y se levanto. Le tendió la mano a Jotaro y le sonrió.

-Bueno, creo que deberíamos volver, nuestros padres nos esperan.

El pelinegro también le dirigió una sonrisa y agarro su mano para levantarse. Al ponerse en pie, le dio un pequeño beso a su novio y los dos se dirigieron hacia sus padres. Ellos se encontraban en la entrada hablando entre ellos, cuando vieron que se acercaban, pararon su conversación para verlos llegar. Mientras andaban, miraron a su alrededor para ver al resto de estudiantes que conversaban entre ellos y sus padres, celebrando este momento. Entre ellos, vieron un rostro familiar. Meiko, despues de pasar dos semanas en el hospital, pudo volver a clase, aun llevaba muletas para evitar pisar con su pierna rota. Ella los estaba mirando desde lo lejano con un rostro de furia pero cuando vio que ellos dos también la miraban, se asusto y comenzó a mirar a otro lado. No tardaron mucho mas en llegar a donde sus padres y despues de hablar durante un rato mas, las dos familias se despidieron para celebrar la graduación de sus hijos en familia. Claro esta que para Kakyoin esa celebración no duro mucho ya que nada mas llegar a su casa, mientras los tres comían tarta de cereza el reveló lo que les habia estado ocultando. Los dos adultos le miraron sorprendidos y comenzaron a preguntarle una y otra vez si se trataba de una broma. El repetía una y otra vez que no, que no era una broma y que habia estado en una relación con Jotaro desde hacia ya casi medio año.

-¡Sabia que ese chico era mala influencia! No debimos dejar que te juntaras con el. Primero hace que descuides tus estudios y ahora ¡Esto!-Dijo disgustada su madre, andando nerviosa de un lado para otro del salón de la casa.

Su marido se acerco a ella y la tomó por los hombros en un intento de relajarla.

-Cariño tranquila, el no sabe lo que dice... El nunca ha tenido amigos y menos novias... Solo esta confundido... 

Las palabras de su padre hicieron que Noriaki se enfadara. Se levanto del sofá y Comenzó a gritarles.

-¡YO NO ESTOY CONFUNDIDO! ¡De hecho, esto es la primera cosa en mi vida de lo que he estado seguro, de que AMO taro y quiero seguir junto a el! Y si vosotros no me apoyáis... No me importa... A vosotros solo os a importado mis notas, no que fuera feliz... Y ahora estáis intentando controlar mi vida de otra manera mas, quitándole la importancia a mis sentimientos, para convencerme de que vosotros estáis haciendo lo correcto para mi... ¡PUES YA ESTOY HARTO! He tomado una decisión... Hoy mismo, me voy a mudar a Nueva York con Jotaro y su madre, quien en estos meses ha sido una mejor figura materna de lo que tu has sido JAMAS. Me mudare con ellos y estudiare arte como siempre he querido. No medicina o derecho como vosotros queréis. ¡Voy hacer lo que yo quiero! 

El pelirrojo comenzó a correr hacia el segundo piso, hacia su habitación, donde desde la noche anterior, habia preparado todas sus maletas con todo lo necesario. Había tenido que hacer sacrificios como su consola y toda su colección de mangas, pero el sabia que no podia llevar todo. Su padre lo comenzó a a perseguir por las escaleras.

-¿¡A donde crees que vas jovencito!?

-¡Ha por mis cosas! Me voy ahora mismo.

El agarro sus maletas y su caballete y se dispuso a salir de la habitación, sin embargo, su padre bloqueo el camino.

-¿Quieres irte y abandonarnos? Bien ¡Abandona a los que han sacrificado tanto por ti! Pero una vez que salgas de esta casa ¡Ni se te ocurra volver! Ya no serás un Kakyoin mas.

-¡Bien!

El chico aparto al hombre del camino y bajo las escaleras, hecho un ultimo vistazo a su madre, quien lloraba desconsolada en el sofá y abrió la puerta.

-Adiós.

Cerro la puerta con un portazo y comenzó a andar hacia la residencia cuyo. Mientras andaba se dio cuenta de que habia comenzado a llorar el también. Se comenzó a preguntar si aquello era lo correcto, pero alejó sus dudas rápidamente. Tarde o temprano eso iba a pasar y si no pasaba, significaba que viviría una vida infeliz, siguiendo los sueños de sus padres y no los suyos. Aun así le dolía. Ellos eran sus padres al fin y al cabo... Se consoló con el hecho de que al menos no estaba solo, tenia a los Joestar y a Avdol y Polnareff. Ellos si lo apoyaban. Algún día volvería a Japón y buscaría a sus padres, quizás habría reflexionado y le pedirían perdón. Pero por ahora, seguirá sus sueños y vivirá con las persona que de verdad quería. Despues de un rato andando, llego a la residencia Kujoh. Holly y Jotaro estaban en la entrada, también equipados con maletas. Al verlo llorar, la mujer lo abrazó con cariño.

-No te preocupes Noriaki... Nosotros cuidaremos de ti...

El le agradeció sus palabras y se dirigió a Jotaro para abrazarle a el también... Lloro por un rato en su hombro, el pelinegro lo separo de el y sujeto sus mejillas con sus manos para mirarlo con amor. Le dio un tierno beso y con esto, le aseguró que todo estaría bien. Kakyoin le sonrió y se secó las lagrimas.

-Bueno, ya esta todo listo... Dirijámonos al aeropuerto.

Los tres comenzaron a andar para pedir un taxi. Por ultima vez Holly se giró a la que habia sido su casa durante los últimos 20 años de su vida y lo miro con tristeza. Despues de unos momentos, volvieron a caminar. 

Enamorando a un Kujoh(Jotakak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora