Vida universitaria

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La semana antes de comenzar las clases pasaron como si solo fuera un día para la pareja, quienes se las pasaron guardando sus pertenencias y disfrutando de su nueva libertad. Por desgracia como todo en la vida, no dura para siempre y tuvieron que comenzar las clases una vez más. Era extraño para los dos no tener que llevar sus uniformes escolares de los cuales se había acostumbrado tanto en utilizar. Esta ves podían llevar lo que quisiesen y los profesores no les reprimendaria por saltarse el código escolar. Jotaro cambió su mítico uniforme negro por un suéter del mismo color combinado con unos pantalones blanco(ten cuidado mijo que las manchas luego no salen), y Kakyoin se decantó por otro sueter pero este de un color verde odcuro y unos pantalones negros. Mientras se estaban preparando para sus clases, Jotaro se hacerlo por su espalda y sujeto su cadera con sus grandes manos. Este inrsperado acto sobresalto al pelirrojo.

-Este suéter te marca más la cintura de lo que hacía tu uniforme.

Ante aquel desvergonzado comentario el chico se sonrojó.

-Jotaro!

El contrario huyó hacia el baño para evitar que le regañara.

-Demonios, Lo que tengo que aguantar.

Ya cuando los estaban listos caminaron hacia la universidad, ya que solo había unos die minutos andando. Se habian encargado de alquilar un piso cerca de este. Al entrar cada uno se tuvo que separar para dirigirse a sus respectivas alas, prometiéndose juntarse al terminar las clases a la salida. Las clases de cada uno fueron muy diferentes. Una repleta de estatuas y cuadros, enseñando anatomía humana y composiciones. La otra llena de fotos mostrando la anatomía de animales acuáticos y varias peceras con múltiples peces y crustáceos exóticos, enseñando anatomía marina y diferentes climas en las que cada especie vivía. Se sentía muy diferente al instituto. Las asignaturas estaban dirigidas a lo que estaban interesados y no se sentía como si hubieran tenido que meter un poco de todo en una licuadora para enseñarles lo máximo posible por encima. No solo eso, si no que los dos estaban acostumbrados a la enseñanza Japonesa, que era mucho más estricta. Desde que habían llegado los dos recibieron cierto choque cultural pues la gente les miraba raro cuando se inclinaban al pedir perdón o gracias(o bueno, Kakyoin lo hacía), y la manera de hablar de los estado unidenses era mucho más relajada y calidad, que toda aquella obligación de educación en Asia. Era un cambio refrescante. Aunque el egoísmo occidental era algo que le llegaba a molestar a Kakyoin.

Durante las clases, Kakyoin había captado la atención de varias de las chicas, quienes al ver a un chico japones y de personalidad tan amable, no pudieron evitar sbeturse interesados por el. Varias de ellas le preguntaron para sentarse junto a él y le pedían consejos sobre cosas que en el fondo sabían de memoria, solo para tener la oportunidad de hablar con el. Esto le era molesto pues el ya tenía pareja, pero era demasiado educado para decirles que le dejaran en paz. En fin, todo lo contrario a su novio. Con quien se junto en la cafetería a la hora del descanso. El pelirrojo salió antes de clase, por lo que se sento con su almuerzo y estuvo atento a las puertas,esperando a que cruzará una de ellas. Después de unos cinco minutos pudo verlo entrar. Para sorpresa de nadie todas las chicas le seguían en horda. Siempre había pensado que si quisiese podría volverse el líder de un culto o crear un ejercito, pues parecía que todas aquellas chicas estaban dispuestas a seguirlo al más allá. Varias de las chicas que anteriormente en clase hablando estado interesadas en Kakyoin, se fijaron en el y no tardaron en cambiar equipo para volverse tres granos de arena más, en el océano de chicas que rodeaban a Jotaro. Kakyoin ya acostumbrado a esto solo suspiro. Después de unos pasos más, el pelinegro insulto a las chicas y finalmente se dispersaron por el comedor. El pelirrojo le hizo señas con la mano para que lo notará y al hacerlo se fue acercando para sentarse al lado suyo.

-¿Que tal tu día Jojo?

-Las chicas estado unidenses son incluso peor que las de Japón.

Kakyoin no pudo hacer más que reír. No era sorpresa para nadie que el peli egro odiaba ser molestado, y por alguna razón tenía un aura atrayente para todas las mujeres a su alrededor, lo cual, teniendo en cuenta su personalidad solitaria y cerrada le molestaba mas que nada. Ahora que estaban fuera de Asia junto a sus estricta cultura y costumbres de respeto, el acoso que el joven recibía había empeorado.

-Si. La gente aquí es más alborotadora.

Jotaro no contestó y comenzó a comer.

-Sabes, cuando te he preguntado sobre como había sido tu día. Me refería a las clases, no a las mujeres.

-Han estado bien.

Kakyoin suspiró. No sabía ni por a lo itentaba. A veces era imposible sacar un tema de conversación con aquel chico. Por lo que simplemente decidió ser el que hablara de su día. En respuesta Jotaro le escuchó en silencio mientras comía. Eso le gustaba a él. Laaneta en la que Kakyoin no le obligaba a salir de su zona de confort, sin dejarle de lado. Era el único que no le parecía insoportable e ruidoso. El era gentil y callado, aunque debía admitir que cuando se ponía en modo wikipedia le resultaba insoportable, con sus datos randoms sobre diferentes hechos historicos o costumbres. Eso sí, aunque fuera realmente molesto, no lo cambiaría por nada del mundo.

Así pasaron el descanso hasta que tuvieron que volver a clase, donde los dos se volvieron a separar por el resto de la jornada. Kakyoin continuó con su arte y Jotaro con su biología marina, hasta que nuevamente la clase termino,está vez por el día y todos los alumnos salieron de clase para pasar la tarde con sus amigos y parejas o participar en clubs de la universidad. Notario volvió a salir rodeado de chicas(que sorpresa). Pocos pasos después el les grito y finalmente
Todas las mujeres se dispersaron, si mates despedirae del pelinegro con motes, como si el se tratara de su novio. Noriaki se acercó a el y los dos juntos volvieron a su apartamento. Mientras andaban, no podía evitar preocuparse. Temia que hubiera otra como Meiko. Otra quien les intentaría separar o pensara que eran asquerosos. Sacudió intentando no pensar en ello. Después de todo, si pudieron superarlo una vez, podrían de nuevo.

Enamorando a un Kujoh(Jotakak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora