Discusión familiar

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Las admiradoras de Jotaro quienes ahora se dedicaban a observarlos desde la distancia, notaron como hoy se veían más felices que lo normal y se encontraban intentado averiguar que estaba ocurriendo. Los dos chicos intentaban esconder lo más posible su relación y seguir aparentando al ojo del público que solo eran amigos, pero aquellas miradas y sonrojos no eran de simples "amigos" y ellas lo sabían. Ese no era el único problema, al parecer, Kakyoin había olvidado hacer los deberes. Se había pasado todo la tarde anterior hablando por teléfono con Jotaro. No había sido la primera vez que ocurría, de hecho siempre que visitaba a Jotaro en su casa, olvidaba hacer los deberes.

-Voy a tener que llamar a tus padres joven Kakyoin.

-No, por favor...

-Lo siento pero ya he sido lo suficiente piadosa.

El chico se pasó la as siguientes clases preocupado por lo que dirían sus padres. El siempre había sido un buen estudiante... Se decepcionaba a el mismo. No ayudo el hecho que cuando sonó el timbre para avisar que era momento de ir al patio, el profesor le llamo para hablar.

-Noriaki... He intentado ser comprensiva contigo. Te has mudado hace poco y entiendo que es duro volver a empezar tu vida, pero está ya es la cuarta vez desde que llegaste, además de que te has peleado con otra estudiante... Tus padres y tu escuela anterior siempre han remarcado que eres un estudiante excelente. Muy aplicado y listo y puedo ver totalmente a que se refieren. Se te ve más interesado que la mayoría de estudiantes y sueles conseguir contribuir a las clases con información muy interesante, pero te ves muy distraído. Como la otra vez que hable contigo, sigo pensando que Kijoh es mala influencia.

Kakyoin quería gritarle y decirle que se equivocaba, pero sabía que solo empeoraría las cosas y simplemente suspiro para luego afirmar.

-¿Me puedo ir ya?

-Si.

El chico salió del salón mientras era observado por la profesora. Ella suspiro, solo quería lo mejor para sus estudiantes. Apoyado en la pared se encontraba Jotaro. El chico sonrió al ver que le había esperado.

-No tenías porque esperarme, yo ya sé que estarías en el mismo lugar de siempre.

El contrario no respondio nada, solo se levantó y los dos comenzaron a andar. La sonrisa se Kakyoin sólo duró unos segundos, pues no pudo evitar volver a pensar en lo que la profesora le había dicho. Cuando llegara a casa sus padres le iban a castigar sin duda alguna. Al llegar a su rinconcito, los dos comenzaron a comer. El pelirrojo se veía totalmente perdido en sus pensamientos y su rostro refrejaba su preocupación.

-Ni que te hubieran dicho que tus padres han muerto.

El chico volvió a la realidad y le costó unos aegundos entender lo que el chico decía.

-¡A! Si bueno... Me ha dicho que va a llamar a mis padres por no haber hecho los deberes. Sin duda alguna cuando llegue a casa me van a castigar. Es que encima seguro les dirán que tú eres el problema, no se qué mierda pasa pero la profesora me está todo el maldito rato diciendo que tú eres una mala influencia, que no tengo que pasar tiempo contigo y que otras estupideces. ¡Estoy harto!

Mientras el chico hablaba furioso, Jotaro continuaba comiendo, pero para que su novio tuviera claro que le estaba prestando atención le miraba atentamente.

-Bueno, no le puedo culpar, no tengo la mejor reputación que digamos y lo sabes.

-Lo se... Pero si la gente se diera un segundo para conocerte se daría cuenta que solo son apariencias.

El pelinegro le miró con una expresión que decía "¿seguro?".

-Bueno... Es verdad que eres bastante borde y que te da igual casi todo y que no dudarias ni un segundo en pegar a alguien, pero- pero- Te importa la gente que quieres y tienes tú sentido de la justicia.

Enamorando a un Kujoh(Jotakak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora