Dos

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Pasaron cuatro días de lo sucedido, para Minho fué extraño como dos personas con cámaras perseguían a Hwang Hyunjin pues en la preparatoria el bajito siempre fue de los típicos chicos rudos y serios que vestían de negro.

La noche había caído y la lluvia se hizo presente, el castaño se encontraba a punto de dormirse pero alguien tocó la puerta del departamento.

Se colocó un pantalón y fué a ver quién era a esas horas, abrió la puerta y desconcertado vio a Hyunjin en la entrada.

-¿Podemos quedarnos?-en su rostro cansado se notaba un poco de esperanza, llevó una de sus manos a su vientre dejando delicadas caricias en él mientras esperaba la respuesta del mayor.

-¿Quedarte? Tú y, ¿quien más?-sólo lo veía a él, frunció el ceño confundido y llevó su mirada a las caricias que el menor dejaba en aquella pancita escondida entre esa sudadera dos tallas más grandes que las de él.-¿Estás e-embarazado?

El pelinegro solo asiente, Minho se hace a un lado para dejarlo pasar y cierra la puerta. Tenía muchas cosas que preguntarle.

Ya estando adentro el pelinegro se sentó en un sillón y el castaño se sentó en otro que se situaba enfrente de éste.

-Quiero hacerte tantas preguntas que no sé por dónde empezar. Primero, ¿quiénes son y por qué te seguían aquella vez que nos encontramos?

-Bien, te contaré todo. Esa misma noche yo estaba buscando un lugar donde vivir pero me dí cuenta que dispatch me seguía y no es la única vez, recordé que habría una fiesta de ex compañeros y decidí entrar ahí para poder perderlos, pensé que los había perdido pero ví que se aproximaban así que fuí directo a tí.

El castaño escucha con atención sobre la situación

-Pero, ¿por qué te seguían?

-Era trainee en una empresa, pero por mi estado me corrieron.

-Creo que... ya son muchas preguntas por hoy, puedes dormir en la habitación de invitados y no te preocupes por el tiempo, hasta que se arreglen las cosas puedes quedarte.

-Gracias por lo de hoy.

Minho solo sonrió, se levantó y guío al bajito a la habitación.

-Por cierto, ¿cuántos meses?-antes de irse preguntó señalando su vientre.

-Dos meses.-Hyunjin rezaba para que el castaño no le preguntara sobre el papá.

-Esta bien, buenas noches.

-Buenas noches.

Minho siempre le gustó ayudar a los demás así que no lo pensó dos veces y dejó que el pelinegro se quedara. Ya después le sacaría más información.

Finalmente ambos se fueron a dormir por separado con sus propios pensamientos.

𝒀𝒐𝒖 𝑪𝒂𝒏 𝑺𝒕𝒂𝒚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora