❝ ¿podemos quedarnos? ❜❜ en su rostro cansado se notaba un poco de esperanza, llevó una de sus manos a su vientre dejando delicadas caricias en él mientras esperaba la respuesta del mayor.
❝ ¿quedarse? tú y, ¿quién más? ❜❜ sólo lo veía a él, fru...
Si alguien le preguntara que cómo se sentía, no tendría palabras para explicar todo el revoltijo de emociones que experimentaba en ese momento.
Finalmente se bajó su playera, se levantó y agradeció al médico por su servicio. Al salir se encontró con un Jae emocionado esperándolo.
-¿Y? ¿Cómo te fue? ¿Ya te dijo el sexo del bebé?-el bajito asintió sonriendo.
Le hubiera gustado que MinHo estuviera con él, estaba tan emocionado por saber si sería una niña o un niño pero, lamentablemente no pudo asistir así que Hyunjin sería quien le diera la noticia, pensó en una manera de decirle indirectamente. No era de dar sorpresas, pero, lo intentaría.
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MinHo le había avisado que llegaría un poco tarde ya que pasaría junto con Chan a revisar la construcción de la academia. La visita al lugar lo había estresado un poco, solo quería llegar a su departamento y darse una ducha.
El ruido de la puerta abrirse avisó a Hyunjin que Minho había llegado. Ya estando en pijama bajó a su encuentro.
Se encontró con un gatito no muy animado.
-Jinnie, ya te dije que no es necesario que me esperes. Tienes que descansar.
-Es solo que... me preocupo cuando ya es tarde y no llegas.-eso había sonado tan cálido.-¿Cómo te fue hoy? ¿Estás cansado?
Al alto le encantaba que lo recibieran así a pesar de que no le gustaba que el bajito lo esperara.
-Chan y yo hablamos con la arquitecta hoy, la academia debería estar lista en un mes como les ordenamos pero, resulta que se extendió a dos o tres meses.-suspiró cansado.-Estoy un poco estresado, tal vez cansado, no lo sé.
-¿Quieres que te dé un masaje? Por cierto, ¿ya comiste algo?
-Gracias, pero, no quiero molestar. Y sí, cené con Chan.
-Bien, entonces iré a prepararte un té para que te relajes.
-Me parece bien, iré a darme una ducha en lo que preparas el té.
Él alto subió a su habitación, mientras que Hyunjin se dirigió a la cocina para comenzar a calentar agua. Segundos después se escucho un grito demasiado fuerte y el ruido de pasos apresurados bajando a la sala.
Hyunjin soltó una pequeña sonrisa de lado, se había dado cuenta.
Un Minho totalmente eufórico apareció en la entrada de la cocina con una gran sonrisa que podría iluminar su noche.
-JINNIE, ¿HABLAS ENSERIO?-gritó, el bajito asintió.
No lo pensó más y se acercó a pasos rápidos hasta el contrario abrazándolo al instante. La pancita abultada de siete meses no le permitía abrazarlo completamente, aún así se transmitían felicidad y calidez.
