Quince

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Seis meses de embarazo

Tal vez el embarazo del bajito provocaba que Minho cambiara pequeñas cosas inconscientemente.

Desde el accidente que había tenido su motocicleta no tuvo arreglo así que pensó en después comprarse otra ya que el amaba todo tipo de motos, pero, algo llegó a su mente.

¿Por qué no comprar un auto? Tal vez sería muy útil, podría llevar a Hyunjin a todos los lugares que quisiera.

Y ahora se encontraba manejando con dirección a dónde el bajito trabajaba, estaba emocionado de la sorpresa que le daría, es más, podrían dar un paseo para estrenarlo.

A lo lejos vio la cafetería, conforme se iba acercando logró ver como una camioneta lujosa se estacionó enfrente de la cafetería. Eran las nueve de la noche, cerraban a las ocho pero Hyunjin le aviso que se quedaría a hacer cuentas.

Algo andaba mal.

De la camioneta se bajó un hombre con cubrebocas y gorra, en su mano llevaba un pañuelo un poco mojado. Minho se puso alerta e inmediatamente se estacionó y bajó del automóvil, corrió hacia dentro del lugar. Lo que vio al entrar le provocó un escalofrío.

Aquel hombre tenía acorralado a Hyunjin, una mano la tenía en sus cabellos halándolo de forma salvaje para poder cumplir con su objetivo y en la otra sostenía el pañuelo, el bajito intentaba tapar su nariz con sus manitas, se encontraba sin salida. ¿Qué podía hacer una persona embarazada en esa situación?

Minho sintió una furia enorme, en ese momento no pensó en nada simplemente corrió hacia él. Ya que estaba de espaldas, lo volteó y le brindó un golpe en su rostro, no le dio ni tiempo de reaccionar cuando otros dos golpes se hicieron presentes, aprovechando del estado en el que se encontraba, lo empujó fuera del local, trataba de cerrar la puerta pero el otro se aferraba. Comenzaron forcejeos, esta vez fue Minho quien recibió un golpe en la ceja.

Un grupo de chicos que iban pasando por el lugar se dieron cuenta de lo que estaba pasando, tenían un debate mental en si ayudar o no, no sabían que gente podría ser, a veces resulta peor si te metes en los asuntos de otra persona.

Ya que la cafetería tenía paredes de vidrio, uno de ellos pudo observar a un chico en espera realmente asustado. Quería ayudarlo.

-¿Quieren ser idiotas y fingir que no vieron nada o arriesgarse?

-Si algo pasa será tu culpa.

-Observa, no está armado, si no ya hubiera hecho algo. No hay riesgo.

Los Cuatro corrieron hasta el lugar, inmediatamente dos chicos le quitaron al hombre de encima, ambos ya estaban muy golpeados. Uno de ellos ayudó a Minho a levantarse mientras que el último se acercó a Hyunjin para poder calmarlo.

Por desgracia, el hombre logró irse.

-Por cierto, el castaño es Taeyong, el pelinegro es Jaehyun, el de cabellos blancos es Mark y por último, yo soy Yuta.-el pelirrojo decidió presentarlos para brindarles confianza

-G-Gracias, no sé que hubiera pasado si ustedes no nos hubieran ayudado, soy Minho.

Se encontraba un poco débil pero no le importaba, fue hasta dónde Hyunjin, su cuerpo temblaba, no había dicho ninguna palabra. Tenía unas ganas inmensas de abrazarlo, quería decirle que a su lado siempre estaría seguro, que él lo cuidaría, así que lo abrazó.

-No es nada, en realidad no queríamos meternos en problemas, pero Yuta insistió.-habló Taeyong.

-Al ver a su esposo asustado era imposible pasarlo desapercibido, me sentiría mal si algo le pasa a su futuro hijo.

-En realidad, él no, yo no, no importa.

-¿Uh? Bueno, es hora de irnos, espero que esto no se vuelva a repetir.

-En verdad muchas gracias, no se como pagarles lo que han hecho por nosotros.

-No se preocupe, no lo hicimos con la intención de recibir algo. Tal vez después uno de nosotros necesita ayuda y usted puede estar cerca.

Dicho eso, los cuatro salieron del lugar orgullosos de ellos mismos.

-¿Viste lo lindo que era?

-Te gustó, ¿cierto?-Taeyong conocía perfectamente al pelirrojo.

-Algún día deberíamos probar el café de esa cafetería, no creen?-sonrió.

-Olvídalo, tiene pareja y está embarazado. Además nunca dijo que no lo fuera.-dijo Mark.

-Tampoco dijo que sí.-le guiñó con su ojo izquierdo.

𝒀𝒐𝒖 𝑪𝒂𝒏 𝑺𝒕𝒂𝒚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora