Capitulo Trece: El arrebato romantico

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La mañana del siguiente día era soleada e iluminaba los pasillos de la Universidad de Criminalística, donde Natalya asistía a clases.

Ajena a lo que estaba por suceder, ella se encontraba concentrada en sus estudios cuando de repente, un susurro llegó a sus oídos:

--"Preferiría morir..."--

Intrigada, Natalya levantó la mirada y vio a Aleksandr parado frente a ella, sosteniendo una guitarra en sus manos.

El corazón de Natalya comenzó a latir desbocado mientras él continuaba cantando con una voz melodiosa.

El chico estaba nervioso, pero había tomado el valor de llegar hasta ahí, y no se echaría para atrás.

Él le cantaba nada más ni nada menos que una canción titulada:

Shinunoga E-wa de Fujii Kaze.

Vaya rola.

El se aprendió la versión en español solo para dedicársela a ella.

Eso más el ramo de 50 rosas que le dejo en su mesa fueron la sensación de la mañana.

Aleksandr ajeno a las críticas seguía cantando enfrente del puesto de su amada, con esa voz masculina y linda que lo caracterizaba.

Seguía dedicándole versos:

--Te elijo sobre las tres comidas del día.

--Quiero que seas mi última.

--Si tuviera que seguir separado de ti, como estoy.

--Preferiría morir.

--Prefiero morir.

Con el rostro sonrojado, Natalya escondió su cara entre las manos, incapaz de creer lo que estaba presenciando.

El arrebato romántico de Aleksandr la había tomado por sorpresa y la había dejado sin palabras.

El suspenso se apoderó del ambiente mientras los demás estudiantes observaban la escena con curiosidad.

Mientras tanto, Aleksandr mantuvo su mirada fija en Natalya, esperando ansioso su reacción.

Sabía que este gesto era arriesgado, pero no podía contener más sus sentimientos.

Antes ya le había dicho lo que sentía a ella, era verdad, pero él quería gritarle al mundo lo que sentía.

Quería que supieran que ellos estaban destinados.

Aunque suene cursi.

Él no iba a dejar que otro se atreviera a conquistarla.

No si él podía evitarlo.

No mientras él tuviese un repertorio lleno de ideas que le dieron sus amigos sobre conquistas.

Gracias a su mejor amigo lev, él había llegado hasta ahí.

De hecho, el mismo lo trajo.

Esos son los mejores amigos que te duran toda la vida pensó aleksandr.

El destino había conspirado para que Aleksandr descubriera la universidad de Natalya y se atreviera a dar este paso.

Era un momento crucial en su relación y no sabía qué le depararía el futuro.

Natalya se quedó sin palabras cuando Aleksandr le confesó sus sentimientos de una manera tan romántica.

Su corazón latía rápidamente mientras trataba de procesar lo que acababa de escuchar.

Después de unos segundos de silencio, finalmente encontró las palabras adecuadas.

Con una sonrisa tímida en su rostro, Natalya miró a Aleksandr a los ojos y le dijo:

--Aleksandr, eres una persona maravillosa y aprecio mucho tus sentimientos hacia mí.

--Pero también necesito tiempo para reflexionar sobre lo que esto significa para nuestra amistad y para mí misma.

Aleksandr asintió comprensivamente, sabiendo que era importante respetar los sentimientos y pensamientos de Natalya.

--Por supuesto, Natalya.

--Tómate todo el tiempo que necesites.

--Nuestra amistad es invaluable para mí y no quiero presionarte de ninguna manera.

A menos que quieras lo contrario claro está, pensó aleksandr.

Ambos se quedaron en silencio por un momento, sintiendo la tensión y la incertidumbre flotando en el aire.

Sin embargo, a pesar de la situación incómoda, había una conexión especial entre ellos que no podía ser ignorada.

Él tenía ganas de hacer muchas cosas, viajar con ella, era una de ellas.

Estaría dispuesto a ser un chico bueno, si significaba estar con ella.

Él no era un chico bueno.

Pero con esa chica tenía intenciones de romance.

¿Que le pasaba?

Natalya rompió el silencio.

--Aleksandr, quiero que sepas que valoro nuestra amistad profundamente y no quiero perderla bajo ninguna circunstancia.

--Pero también estoy dispuesta a explorar la posibilidad de algo más si eso es lo que ambos queremos y si nuestros corazones están alineados.

Ella le dedico a Aleksandr una sonrisa tímida.

Aleksandr también le sonrió con ternura y tomó suavemente la mano de Natalya.

--Natalya, no importa qué camino elijamos, siempre serás una persona especial para mí.

- Estoy dispuesto a esperar y descubrir juntos qué depara el futuro.

Con esa promesa en el aire, Natalya y Aleksandr se abrazaron, sabiendo que independientemente de cómo resultaran las cosas, su amistad y respeto mutuo los guiarían en el camino hacia la felicidad.

¿Aunque quien decía que las cosas solo podían ser tan simples como el romance?

Aleksandr pensó:

"Será solo mía, pase lo que pase."

Aún si eso significa quitar a estorbos del camino.

Serán solo daños colaterales.

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