Destinos Entrelazados✔️

Capitulo Veinticuatro: La tragedia enmascarada

CONTINUACIÓN

RHAN

Sabia que sería una larga noche.

Sabía que no había forma de que yo saliera con vida.

Pero tenía que ayudar a Aleksandr si quería ganarme el aprecio de Annika.

Joder, tan solo quería conocerla y...

No había forma fácil de decirlo, pero me atrajo desde ese instante, puede sonar muy idiota, pero siendo sincero, su forma de ser, se parece más a mi de lo que me gustaría admitir.

No hay forma de que esto esté pasando.

¿Si apenas la vi una sola vez, como puede gustarme?

Suena ilógico e irreal, que alguien me pegue una bofetada.

Me estoy volviendo loco.

En ese instante resonó la voz de Aleksandr en aquel bosque, y me trajo de vuelta a la cruda realidad.

--Llamando a Rhan al planeta tierra, que carajos piensas, mis hermanos están al borde de la muerte y tu solo te quedas callado. -dijo en tono molesto.

Sin decir una palabra, le puse mala cara acompañada por una mueca de desagrado, pero sabía que tenía razón, yo pensando en su hermana, y sus hermanos ahí muriendo en parte por mi culpa... Bien si?, tenía toda la culpa.

--Ash, Aleksandr déjame pensar, necesito intentar relajarme. -Puse los ojos en blanco, y entonces Aleksandr me dio un golpe en el estómago que me sacó el aire.

--Mira desgraciado infeliz, dejemos las cosas claras, dijiste que ibas a ayudarme y es lo que harás, así que más te vale apresurarte, estamos?

Me quedé estupefacto, yo era la versión personificada de la impresión, no sabía que Aleksandr podría pegar un golpe tan fuerte, ni entendía de dónde sacó tanta fuerza, no se lo dije en el instante, pero me pareció más asombroso que la vez en que peleamos a muerte, podría haberle dicho ahora que me parecia de lo más genial, pero la verdad era que me dolía el estómago por su repentino ataque de ira.

Tan solo quería que me diera unas clases de boxeo, seguro debía practicar algún deporte que involucrase puñetazos, porque que mano tan fuerte se gastaba.

Aleksandr seguía firme ante su repentina fase de él "brabucon", yo solo empece a reírme aún adolorido y su expresión no cambió, solo se molesto más.

Al parecer molestarlo era uno de mis hobbies, lo haría más seguido de ser así.

Agarró mi camisa con tanta fuerza que creí que la rompería.

--¿Que es tan gracioso infeliz?, se puede saber de que te ríes Rhan?,-Espetó Aleksandr con cara de amargado.