Días después.
El reloj marcaba las:
7:00 Am.
Le quedaban:
30 min para llegar a la facultad.
Aquel día, el chico de ojos verdes cristalinos, aún seguía alistándose.
Era su hora de salir de casa, para ir a clases, sin embargo, prefirió tomarse las cosas con calma.
El se estiro en su cama, unos segundos después, miró hacia los lados, pensando en sí algún ser de otro mundo podría evitar que el se levantase tan temprano, y con eso en mente, decidió hacerlo.
Aleksandr se sentó en su cama, mirando por la ventana mientras contemplaba su vida.
Era el último año de universidad, y aunque tenía un excelente promedio y estaba en el camino correcto para graduarse con honores, sentía que le faltaba algo. Tal vez era la sensación de que su vida estaba demasiado planeada, demasiado segura.
Aleksandr suspiró ya resignado, y se levantó de la cama, decidido a bañarse y arreglarse, para irse a la facultad.
Caminó por los pasillos de su casa, admirando la belleza de su hogar.
Su casa era una mansión lujosa con techos altos y ventanas de cristal que dejaban entrar la luz natural. La casa era tan grande que a veces se perdía en ella.
Mientras caminaba por los pasillos, se encontró con sus hermanos gemelos.
Ambos tenían el pelo negro como la noche y ojos grises casi blancos. Dimitri era más callado y reservado, mientras que Sergei tenía una personalidad carismática y extrovertida.
El los miro a ambos, no más de lo necesario, pero luego, pensó que estaría bien despedirse de ellos antes de irse, porque ambos gemelos también iban a clases, así que antes de darse una ducha decidió acercarse.
De repente, Aleksandr notó algo extraño en sus hermanos. Parecían estar ocultando algo, pero no sabía qué era.
Fue entonces cuando notó que ambos estaban desarrollando algo extraño, no propio de ellos.
O tal vez si.
Estaban desarrollando poderes.
Aunque apenas estaban descubriendo sus habilidades, Aleksandr podía sentir su energía.
--¿Qué está pasando con ustedes dos?, preguntó Aleksandr curioso.--
Ambos hermanos estaban demasiado ocupados experimentando con las nuevas habilidades que estaban descubriendo, que muy poca atención le prestaron a Aleksandr.
Sergei sonrió con una sonrisa enigmática.
--Estamos descubriendo nuestros poderes, dijeron al unísono.
Aleksandr estaba sorprendido. Ambos chicos nunca habían oído hablar de nadie en su familia teniendo poderes antes.
Excepto yo claro.
Pero esa es otra historia.
--¿Qué tipo de poderes?, preguntó Aleksandr.
Dimitri y Sergei intercambiaron una mirada y luego se quedaron en silencio.
Aleksandr supo que había algo más detrás de esto, pero no presionó el tema.
--Más tarde esa noche, mientras cenaban juntos, la madre de Aleksandr, Elena Sokolova, preguntó cómo se sentía en su último año de universidad.
Estaba muy emocionada por los logros de su hijo mayor.
Aleksandr le contó sobre sus preocupaciones y sentimientos de insuficiencia.
--Deja a Everest descansar en tu mochila, dijo Elena, refiriéndose al duende de apoyo emocional de Aleksandr.
--Tienes que aprender a enfrentar tus problemas por ti mismo. -Dijo con semblante de seriedad.
--Te amo hijo, quiero que siempre estés feliz y seas el mejor, lo sabes no?
Aleksandr asintió en silencio, agradecido por el consejo de sus madre.
Mientras tanto, los gemelos seguían experimentando con sus poderes. Aleksandr podía sentir su energía crecer cada vez más fuerte.
Sabía que había algo más detrás de todo esto, algo que aún no entendía.
Pero iba a dar con las respuestas, eso seguro.
¿Qué les espera a los hermanos Volkov? ¿Qué poderes tienen Dimitri y Sergei? ¡Continúa leyendo para averiguarlo! Si te ha gustado este capítulo, ¡comparte con tus amigos!
ESTÁS LEYENDO
Destinos Entrelazados✔️
Mystery / ThrillerUna familia rusa oculta su pasado en una mansión oscura y misteriosa, rodeada por el bosque, y vigilada por guardias fieles a la familia. Los habitantes de la mansión tienen poderes inimaginables, y saben más de lo que demuestran. ¿Podrán los Volkov...