Destinos Entrelazados✔️

Capitulo Veintitrés: El camino hacia la salvación

CONTINUACIÓN
PARTE 1

Annika miró a su alrededor, buscando alguna pista de cómo abrir la jaula. El medidor de la cámara de seguridad estaba apuntando hacia ella, como si estuviera observándola. Annika se preguntó si la agencia de seguridad estaba detrás de todo esto, o si simplemente era una coincidencia.

Ella vio que el agua en el contenedor se iba haciendo más profunda, como si estuviera llenándose. Se dio cuenta de que la jaula estaba anclada a una pesada base de metal que mantenía la jaula en su lugar. Annika trató de abrir la jaula con las manos, pero no pudo encontrar ningún mecanismo de abertura.

Annika experimentó una oleada de terror al ver que la agua en el contenedor se iba haciendo más profunda. Tenía unos minutos para encontrar la forma de abrir la jaula y salvar a Natalya, pero no sabía qué hacer. De pronto, vio una pequeña ranura debajo de la jaula. La agarró con las manos y notó que estaba muy caliente. Se preguntó si podía ser la clave para abrir la jaula.

Annika levantó la jaula, tratando de mantener el equilibrio. La puerta de la jaula estaba firmemente atornillada y no se podía mover. Pero entonces, Annika vio que en el lado de la base había una ranura para colocar una clave. La buscó en las paredes y encontró una clave metálica con forma de cuña. La insertó en la ranura y empezó a moverla hacia atrás.

De repente, Annika oyó un gran zumbido y una luz verde se encendió en la base de la jaula. La agua comenzó a salir a través de unas grietas en el fondo de la jaula. Annika miró dentro y vio que Natalya se estaba hundiendo en el agua. Annika intentó forzar la puerta de la jaula, pero no pudo abrirla. De repente, Natalya asomó la cabeza por dónde podía observar, ya casi no veía nada por la humedad de esa jaula cerrada o mejor dicho contenedor.

Natalya miro a través del contenedor y dijo con voz aguda: --¡Ayúdame, por favor!. Annika la miró fijamente y dijo:

--No te preocupes, voy a sacarte de ahí. Apretó con todas sus fuerzas la clave metálica, pero no se movió. De repente, sintió que una corriente eléctrica recorría su cuerpo y cayó al suelo, inconsciente.

***

Aleksandr estaba luchando internamente con el miedo y la angustia que le provocaba a quienes había encontrado en aquel lugar. Todos estaban asustados y nadie sabía que hacer, pero Aleksandr sabía que tenía que ser fuerte por sus hermanos.

Por su parte Rhan parecia relajado, más de lo habitual, era el único que no les prestaba atención a aquellos hombres musculosos y fuertes, hasta que uno de ellos habló.

Eran ellos 3 de los 6 magos de los que había hablado la madre tierra esa noche.

Los tres señores de la oscuridad se acercaron a los cuatro muchachos, sonriendo de forma malvada.

--Buenas tardes, caballeros, dijo Sathanos. Es un honor conocerlos. Estoy seguro de que hemos tenido muchos encuentros anteriores, pero todo ha sido en sueños. Pero hoy, en la realidad, tenemos muchas cosas que hablar, ¿no crees?. -Mork asintió.

--Quizá tendríamos mucho que hablar, pero lo cierto es que no tenemos nada que decir, respondió Dimitri. Nuestra decisión está tomada. No nos vas a convencer. Lo siento, pero ha llegado la hora de que se acabe este juego.

Sathanos se echó a reír.
--Estás tan equivocado, amiguito, dijo. --No tienes ni idea de lo que es esto.

Esto va mucho más allá de lo que tú puedas imaginar. Este juego es mucho más que un simple juego. Es el destino de este mundo, y de todos los que lo habitan. Es la lucha entre lo bueno y lo malo, y no puedes simplemente ignorarla.