Por un Anunció.

Capítulo 31

Encerrarme en casa ahora mismo era una buena idea, Zeus ha permanecido en silencio acostado sobre mi vientre como si supiera lo que necesito.

En cuanto me fui Zeus había entrado en depresión y cuando menos me di cuenta Tyler había traído a mi bebé conmigo.

Miro el techo y ahora ya he dejado de llorar, reproduzco el sonido de los latidos de mi bebé en la televisión.

Zeus mueve las orejas como si quisiera memorizar el sonido y olfatea mi vientre para volver a su posición inicial.

Cuando empuje a Christopher simplemente hice que la guardia negra lo quitara de mi camino para venir a casa, cada rincón y sombra está protegido con órdenes que ningún Morgan puede entrar o disparan a muerte.

— Muñequita...

Aún que claro, hay excepciones.

— No tengo hambre Recce...

— Necesitas comer, incluso el buen Zeus ha de opinar lo mismo.

Zeus lo ignora y sigue acostado cerrando los ojos con tranquilidad.

— Se supone que mi embarazo debería ser feliz desde el primer segundo, ahora mismo Christopher debe estar follando con su nueva novia y yo aquí en cama a principios de depresión.

Recce se sienta a mi lado para tomar una cucharada de sopa y soplarle para dirigirla a mi boca.

La tomo cuando me mira a los ojos y por un momento me maldigo de que sea tan guapo.

— Christopher cometió un error y debe pagar por eso al igual que Alex. No voy a defender a ninguno solo quiero que comas bien y ser parte del crecimiento de esta barriga. — Pellizca mi mejilla.

Recce siempre ha sido mi apoyo a pesar de estar lejos, con la muerte de mis padres no pudo venir pero se encargó de llamarme cada día.

Le dije la situación y no Dudó en venir a ver mi situación, trajo unas cosas para continuar su trabajo en Londres, se ha convertido en mi pilar ahora mismo.

Si no fuera por él y Zeus estaría en el suelo llorando y lamentandome, Sabrina también ha venido junto con Dominick el cual se queja de que Christopher lo trate del culo cuando se enteró que sería mi suplente durante mi depresión por lo tanto es Comandante.

— Gracias por estar aquí. — Susurro.

— Siempre estaré cuando me necesites muñequita. — Besa mi frente y sonrió complacido mostrando mi plato vacío.

— Cocinas delicioso, no podía perder la oportunidad de despreciar tu comida.— me río.

Recce sonríe y asiente levantando todo con cuidado. — Nunca dejes de sonreír, me gusta ver el brillo en tus ojos mi pequeña rojita.

— Como quisiera que mis padres estuvieran aquí, ellos deseaban tanto verme embarazada... — Soñoso.

— Oh, ven aquí. — Me abraza con dificultad pues Zeus se niega a moverse.

No puedo aguantar la risa ahora mismo, Rachel abierta de piernas me recibe entre lágrimas pero adoro el efecto de la droga que la hace mi Cagna.

— Atenea embarazada. — Repito lamiendo mis labios para correrme dentro de mi principessa.

— Es todo lo que sé, quitala del camino Antoni...por favor amor.

Acaricio su mejilla para besarla nuevamente y morder sus labios. — Si solo supieras quien está en el camino de quien no habrías abierto la boca.

Desde hace unos días Rachel me busco de formas inimaginables para que llenara su coño a cambio de que me hiciera cargo de Atenea.

De solo pensar que el Coronel idiota está dejando cavos sueltos con la ninfa me dan ganas de burlarme que ahora no es intocable.

Atenea lo tenía muy bien protegido que me daba envidia de tan solo saberlo, sabía que era cuestión de paciencia y tiempo para que él mismo destruyera ese escudo.

No tuve que hacer nada e incluso la llamada misma de Lancaster me dio unas pistas fabulosas.

Mi trabajo ya está hecho y pronto esperaremos a que Rowan de a luz.

Ver como sufre por saber que es padre pero Atenea no se deje ver por ningún motivo por el lo vuelve loco.

Ese niño será un bastardo de los Morgan pero tiene más beneficio tener el apellido Rowan.

Alguien poderoso desde el vientre y se que eso le jode a Christopher es tan orgulloso que no se da cuenta que perdió una gran reina en el tablero.

Me preparo para mi siguiente golpe muy pronto y tener el plan en marcha, Rachel ya es una adicta que tengo bien controlada con mi forcella. — No dejes de chupar. — Ordeno sacando una jeringa.

Mi momento más divertido va a ser cuando vea el cambio del rostro de Christopher cuando sepa que no solo tendré en mis manos a Rowan si no que a su ramera en turno como Rachel James pronto será la dama de la Mafia.

Dentro de poco mi golpe de estado se notará por el mundo y todos tendrán que arrodillarse ante mi.

Que todos se preparen porque ahora me toca a mi salir de las sombras y vengarme por estar siquiera debajo de alguien.

Es momento de atacar justo cuando bajó el coronel la guardia va a lamentar no saber proteger siquiera a su puta en turno, su hijo pronto estará en mis manos para lo que yo necesite.

James tiene la obsesión ahora de preñarse del coronel lo cual me sirve para utilizar a esos bastardos a mi favor.

Si tengo a su puta tengo a los bastardos.

— Vas a quedarte aquí por ahora — El semblante de la ninfa cambia — Vas a convertirte en mi dama y para eso tienes que hacer sacrificios.

Invitamos al coronel a venir por su puta mientras yo me abro paso por la misma FEMF e infiltrar a mi hermano en esa jodida base.

Si nadie le ha visto el rostro es una muy buena oportunidad y saber que es lo que verdaderamente traman, la muerte de Alejandro no va a quedar impune.

No me creo que una serpiente se metiera para asesinarlo eso es demasiada casualidad aquí debe haber algo que me estoy perdiendo.

Miro por la ventana mientras me acomodo la ropa y un cuervo me observa fijamente, donde quiera que voy está uno mirándome.

Es como una sombra, entre cierro los ojos y me acerco para tocar el vidrio. Sigue mi dedo junto a mis vomitientos y eso me alerta.

— Atenea los manda a ustedes para espiarme. — Suelto asombrado.

El cuervo se va a toda velocidad y mi cabeza palpita con rabia. Se tomó muy enserió lo de enviar un pájaro.