Por un Anunció.

Capítulo 32

Hoy es el día, primero debo encargarme de Lancaster o todo mi jodido trabajo se iba a la mierda.

Corro el riesgo de ser capturado lo cual me importa poco si quiero que se peleen entre mi familia, como líder conllevo sacrificios más las ordenes de más arriba no me lo permiten.

Tengo que evitar a toda costa terminar en la cárcel de la FEMF.

— Está todo listo. —Miro por el espejo a Ali.

Hace poco solté a la jodida James en el mediterraneo y me vengo a enterar que la traicionera también uso al Boss.

Tome cada precaución e incluso cada video que debo formar si quiero que la acusen de traición a la FEMF.

La pantalla aparece y veo a todos en la sala incluida a Atenea quien mira todo con indiferencia.

— Buona notte. Spero che tutto sia calmo e che possiamo parlare senza tradimenti.

— Habla de una vez escoria. — Gruñe Christopher.

— Todos aquí saben que tengo a un aliado en la FEMF, la señorita Lancaster me ha informado de eso.

Las reacciones de todos es de sorpresa, Atenea de inmediato visualiza a Gema quien luce muy nerviosa con sus mejillas rojas.

— No...yo no.

Me río ante su rostro acojonado y relamo mis labios para ver a Rachel quien luce contrariada ante mí presencia, puedo llegar a ser intimidante incluso en cámara.

— Corre Antoni. — Ordena Atenea y me tomó el tiempo de detallarla, tan bella como siempre.

— ¿Por qué lo haría?

— Porque sabes que la FEMF te pisa los talones y una vez que te atrapen vas a firmar tu sentencia de muerte.— La voz áspera de Rowan me hiela la sangre por un momento.

— Descubrí lo de tus cuervos. — Mascullo.

— Esa era la idea, debiste fijarte por donde caminabas y que hacías.

Aprieto los puños buscando mantener la paciencia. — Tuve que mover muchas cosas antes de que tu maldito ejército llegara.

Mentira, Lancaster me dijo que moviera todo mucho antes.

— Este es mi ejército. — Masculla el ministro.

— No por mucho tiempo, pronto seras encerrado como rata traicionera y de eso me encargo yo. — Me burlo para cortar la llamada.

Los disparos me aturden, las bombas me alcanzaron un poco y el filo de una navaja me rosa, disparo dando alerta a los Halcones para que me saquen de aquí.

No puedo ser capturado, No puedo ser capturado.

He cometido varios errores y si me alcanza mi verdugo puedo estar muerto y sin alianzas.

Mi pierda duele pero me esfuerzo por subir como sea al helicóptero, la cara de Morgan me topa y dispara al co-piloto que hace desestabilizar mi huida.

La cabeza me martilla con fuerza y mi corazón late con fervor por la adrenalina de terminar en manos de la FEMF.

Caigo del helicóptero cuando matan al piloto principal y me arrastro como puedo al agua, se que puedo salir de esta.

Alguien me toma y me da la vuelta comenzando a golpearme, como puedo me defiendo y noto la diferencia de habilidad.

Parker

Si vino Parker eso significa que Rowan se ha quedado en Londres y no puedo aprovechar la oportunidad de llevárme a Rachel.

Conecto miradas con ella y me di cuenta estoy jodido.

Siento el frío de las esposas en mis muñecas y me dejo capturar todos evitan leer mis derechos y ahora mismo es lo que menos me importa, tanto es su afán por encerrarme que estoy seguro que llegare directo a juicio.

— Escoria italiana. — Masculla el coronel.

Ignorarlo es una idea más sensata que seguirlo provocando pero mi cabeza solo me repite una y otra vez las órdenes.

No pueden capturarte.

No te dejes capturar.

No hagas estupideces.

Todo rompí, desobedeci ordenes de todos y eso me gusta hasta cierto punto, deben servirme a mi no a otra persona, estoy harto de estar bajo la sombra.

Todos notaban el silencio del Mascherano hasta que llegó a la sala de interrogatorio, su risa burlona y maniática irritó a todos que el coronel tuvo que ir a darle un puñetazo.

— Finalmente. — El italiano limpio su sangre con una pequeña sonrisa.

— Tengo al líder de la jodida pirámide ahora.

Antoni río en su cara negando y para suspirar — ¿Dónde está la bella Atenea? Oh. — Fingió sorpresa. — Es verdad no te deja verla más de lo necesario que incluso te prohíbe acercarte a ella.

— No te atrevas a siquiera nombrarla, de mi mujer no vas a obtener ni una maldita audiencia.

— Eso es lo que crees, pero dejemoste ser feliz, el que ríe al último ríe mejor. Puede que me captures ahora pero pronto saldré y haré tu vida un infierno.

— Nadie puede destruirme nisiquiera una rata italiana como tú que solo tira la piedra y esconde la mano.

— Puede ver verdad Christopher pero en mi caso no soy yo quien tira la piedra, efectivamente escondo pero no las mías.

— Hablas puras idioteces.

— Pero sigues aquí escuchando o tal vez solo haces tiempo para no volver a tu vida de alcohol sin Atenea porque te aseguro que si la tuvieras estarías acariciando a ese lindo bebé.

Christopher explota ante la burla y le jode que tenga razón, azotó el escritorio y decidió cumplir con la orden de Alex el no matarlo.

El juez había ordenado que pasara su tiempo en la cárcel del Londres y ahora resulta que sabe de su hijo y Atenea.

Lancaster está en observación y no ha dicho una sola palabra, jura que no es cómplice de nada pero tampoco ayuda para saber si miente justamente las palabras del italiano debe ser en desacuerdo pero...

¿Por qué perjudicar a Gema?

¿Se había enterado que Alex quería usarla para volverlo ministro?

¿Cuál es la verdadera meta de Antoni?

Y que a que mierda se refería de que esconde las manos.

Christopher tenía miles de preguntas pero ninguna respuesta se sentía más frustrado que antes sin poder tener a Atenea ahora que lo consolaba.

Ni un maldito contrato por sus tetas podría unirlos pues hasta que ese bebé no nazca no podía reclamar nada.

— Valla mierda.