Por un Anunció.

Capítulo 11

Miro el collar en mi cuello frente al espejo, las letras CM resaltan entre la fina cadena. Llevo mis manos detrás de mí nuca para quitármelo.

— Que haces ¿por qué te lo quitas?

Miro por el espejo y ubico a Christopher sin camisa recargado en el marco de la puerta. — Para que mi cuello se vea más libre y mis tetas luzcan en la playa nudista.

Christopher frunce el ceño y camina hasta estar a mi espalda para pasar su mano por mi cintura hasta subir a mi cuello. — No te lo quites, mis nenas no pueden ser vistas por nadie más que yo.

Suelto una pequeña risa y me quito el collar, durante años lo porte hasta que logrará superarlo, me había dejado en nuestro aniversario y justamente hoy era el día que me decía que no era feliz.

— Quitarme el collar significa...

— Se lo que significa — Me corta y su mandíbula está tensa. — No puedo verte sin el, admito que no fue correcto dejarte en nuestro aniversario e irme al día siguiente con mentiras.

Sus pupilas se dilatan y me mira a través del espejo, se que si me ve a la cara bajara la mirada o simplemente terminaríamos peleando.

— Christopher, lo porte durante años e incluso mi terapeuta me había aconsejado hacerlo desde hace tiempo. No puedo tenerlo más conmigo, me asfixia siento que nunca vamos a regresar a esa época y finalmente lo he superado. — Me giro para darle la cara y sus ojos brillan.

— No lo digas... — Susurra pegando su frente con la mía — ...por favor, nena. No lo digas... — Suplica y mi corazón se contrae.

— No te necesito para sobrevivir, no te necesito como al aire.

Christopher me atrae más hacia él cerrando los ojos y besando mis labios. — No digas eso... cállate, guarda silenció y deja de decirme por mi maldito nombre. — Me suelta brusco y se sienta en la cama escondiendo su cabeza entre sus manos para jalar sus cabellos.

— Se terminó. — Me pongo mi ropa nuevamente sin querer verlo, se que si lo hago voy a caer en él nuevamente.

— No me dejes solo, no me quites la felicidad ahora que la tengo contigo.

Aprieto los labios y solo trato de convencerme que es manipulación, que solo me quiere por momentos. Si lo miro a los ojos sabré la verdad y no quiero hacerlo.

— Christopher — Trató de convencerlo pero me jala del brazo tirándome encima de él.

— Siente Rowan...sientelo Atenea.

Me estremezco a sentir su corazón bombear con fuerza y sus ojos cristalinos.

— Yo...

— No me digas Christopher, siempre me llamas Morgan, Coronel e incluso Cariño. Si me dices por mi nombre cuando no es como me gusta siento que vamos a terminar mal.