Capítulo 7

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— Buenas tardes, avísale a Christopher que he llegado

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— Buenas tardes, avísale a Christopher que he llegado. — Entró a la casa y Marie me ve como si me hubiera salido otra cabeza.

Todos los guardias hacen una reverencia al verme al igual que los empleados. — ¿Quién eres niña? — Me sujeta del brazo cuando intento ir a la sala.

Miro el sitio donde me está agarrando y luego a ella — Le pido que me suelte.

— No. Nadie puede entrar así a la casa de las Familia más importante. — ¿Qué clase de regaño es ese?

— Si hablamos de niveles mi familia tiene mejor nivel e incluso parece que hasta en elegir a sus empleados. — Me suelto tocándola con dos dedos.

Miro las escaleras donde parece venir Christopher casi corriendo. — ¡Rowan! — Llega hasta mi y besa mi frente. — ¿Por qué no subiste a mi cuarto?

— Marie necesita lecciones si no quiere acabar con una deuda. — Sonreí — Estábamos hablando de la selección de los empleados y parece que mi casa es más eficiente que High Garden.

— Lamento que la casa de mi hijo no sea de tu agrado con esto de la servidumbre, molestan el ambiente.

Pero que tenemos aquí, Regina Morgan.

— No te preocupes Regina, comprendo que no todos tienen tan buenos gustos hasta para elegir empleados. — Enmudece pero veo una diminuta sonrisa queriendo salir.

— Abuela ella es Atenea Rowan Lancaster...

Marie al escuchar mi nombre completo deja caer la tasa de té que traía en manos para mirarme estupefacta.

— ¿No puedes ni hacer eso bien? — Reprende Regina.

Suelto una risita que con mi educación decido tomar una cuchara que llego a mis pies para dársela directamente. — Si trabajará en mi casa ya estaría afuera así como entró. — Susurro y ella simplemente me hace una reverencia para irse rápidamente.

— Estos criados de ahora — Refunfuña Regina. — Rowan, ¿Eres diga de mi nieto?

— Si está conmigo, él es digno de estar conmigo al menos por ahora. — Sonrió — Mis padres me comentaron  la ayuda que le hicieron a los Morgan. Elijah era un buen hombre.

— Magnífico. — Finalizó orgullosa y Christopher me jaló a su habitación.

— Nene vas a arrancarme el brazo — Bufo.

— Zanahoria, estuve investigando sobre los besos de novios. He decidido que ambos practiquemos.

— Cariño mi primer beso ya lo tuve — Murmuro.

Su sonrisa es reemplazada por una mueca — ¿Quién te beso en la boca?

— Lobito estaba más pequeña. — Suena estúpido pero una vez cuando era pequeña me tropecé junto a mi primo y aplicamos la de Monterrey por accidente.

Por un Anunció. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora