¿Quién dijo que tengo que leer un libro para estar en el?
es una estupidez, conozco a los personajes por medio de Fanfiction e incluso me familiarice un poco con la trama....
¿Qué hace una fanática de los Fanfiction en su libro original?
Atenea Lan...
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— ¿Christopher? — Bajo las escaleras con una sonrisa para después abrazarlo.
— Zanahoria — Corresponde y besa mi mejilla para después tomarme de las mismas — Vine a llevarte a nuestro aniversario — Besa mis labios y un garraspeo nos hace separarnos.
Papá
— Papi — Saludo tímida y él entrecierra los ojos mirando a Chris.
— La quiero temprano en la casa Christopher, no quiero que suceda lo de la última vez.
— No se preocupe, nos vemos en la noche Robert. — Sonríe y me toma de la cintura para caminar conmigo.
Subimos al coche y miro por la ventana para descifrar a dónde vamos.
— No seas chismosa Nena, con un Patrick tenemos y sobra. — Besa mis mejillas.
No puedo evitar reír y besar su nariz con cariño. Después de un rato llegamos a un mirador con vista a los edificios más brillantes de Londres.
— Atenea... — Me llama después de un tiempo.
Volteó a verlo con una leve sonrisa y presión en mi pecho. — Sabes que eres lo que me ha mantenido cuerdo desde que era un niño, sabes mi pasado e incluso me aceptaste cuando Sara no lo hizo.
— Christopher... — Trató de hablar pero me detiene.
— Atenea, llevamos años de conocernos y de novios siete años, hablamos de que seríamos la primera vez del otro más sin embargo eso ya lo cumplimos.
Me sonrojo de solo ver su sonrisa y llegan recuerdos de lo delicado que ha sido conmigo, sus besos en mi cuerpo y sus caricias e incluso palabras hermosas a mi oído.
— He decidido demostrarle a Alex lo que valgo, por lo tanto debemos terminar.
Me saca de mi burbuja y mis mejillas comienzan a sentirse húmedas, suelto sus manos y veo dolor cuando lo hago en esas tormentas que me gustaban.
Un nudo se hace en garganta y niego — Podemos solucionarlo, podemos ir a terapia juntos. Hablarlo, siempre hemos tenido comunicación... — Ruego.
Christopher niega con una leve sonrisa para mirar el suelo — Es por lo mismo que te lo digo de frente, Atenea. He decidido irme.
Niego repetidas veces y lo tomo de las mejillas para besarlo cortamente — No me hagas esto. Christopher vamos bien en la Academia militar. Pronto voy a ascender y tú me estas abandonando.
— Lo siento.
— ¡Llévame contigo! — Ruego entre la desesperación.
— No voy a hacerlo Atenea, estás mejor aquí que conmigo.
La ira me invade y comienzo a apretar los puños. — ¡Me trajiste a un lugar hermoso, endulzas mis oídos e incluso agitas mi corazón para después tirarme como si no valiera nada!
