Dulce omega ; jimsu

Prólogo

Yoongi era un dulce omega dominante, algunas veces solía ser renegado y molesto, pero así lo querían sus amigos. Tenía un delicioso olor a fresas y sandía, para muchos demasiado dulce, para otros demasiado atractivo.

Para Min era una clara molestía, pues este olor en algunas ocasiones atraía alfas molestos de los que no se quería encargar, así que llamaba a Namjoon y lo dejaba con aquel gran problema. Hoy había sido el caso.

—Por favor, mi amigo no desea ningún alfa que lo cuide en este momento... —Yoongi lo miró con una ceja alzada y Kim carraspeó—. Especialmente porque él puede cuidarse solo.

El omega sonrió orgulloso y triunfante por la respuesta de su adorado amigo.

—Pues ese niñato se lo pierde —dijo exasperado aquel alfa y luego salió del salón de clases.

—Gracias Namjoonie —dijo Min con una linda sonrisa mientras se lanzaba a sus brazos— Te debo una.

—Me debes al menos veinte —rodó los ojos mientras le devolvía el abrazo, era imposible no caer en los encantos de aquel tierno omega.

Antes de que pudieran decir algo más el profesor entró en el aula seguido de más estudiantes y pronto todos fueron a sus lugares con rapidez.

Jimin se encontraba en la soledad de su "hogar", miraba el techo con molestía, estaba aburrido y cansado de estar en aquella casa todo el día pero no podía hacer nada más, era nuevo en la ciudad y sus clases solo comenzaban hasta la siguiente semana.

Se había mudado hace poco de Daegu a Seúl, era un cambio demasiado brusco para él, pues fue casi de la noche a la mañana. El trabajo de su padre los obligó a salir casi en menos de dos días y no, no lo malinterpreten, el señor Park no era una persona en malos caminos como el contrabando o cosas similares; solamente le dieron un cambio de puesto con mejor sueldo y la única condición era irse cuanto antes.

Su padre era algo como un intento de empresario en "fracaso", así que solo administraba una tienda de ropa cerca del centro comercial. No ganaba una millonada pero era suficiente para sus gastos, de igual forma su madre trabajaba en una tienda de cosméticos como asesora, así que por ahora no se quejaba de a mucho.

Dejando sus pensamientos de lado Jimin decidió bajar a la cocina por un vaso de agua, tomó un supresor e hizo una mueca, tenían un leve amargo que le provocaba un poco de náuseas, fue por ello que para evitar eso se bebió todo el líquido.

Esa era la razón por la que no podía volver a la escuela hasta dentro de una semana, su celo. Park era un omega recesivo y sus síntomas eran aún peores, los supresores en pastilla no hacían mucho efecto pero por el momento no tenía nada más. Ahora había un desabastecimiento de la versión en inyecciones y las pocas que habían tenían un costo casi inalcanzable y sus padres se habían negado a pagar tal cosa.

Al final ellos no eran omegas, mucho menos recesivos así que para sus padres era imposible entender el sufrimiento que tenía Jimin durante su semana de celo.

Por lo menos estaba agradecido de que no haya sido tan doloroso hasta ahora.