Dulce omega ; jimsu

Capítulo doce

Al día siguiente los chicos no tenían clases en la escuela así que era la oportunidad perfecta para celebrar el cumpleaños de Yoongi. El más emocionado de todos era Jimin, se había levantado antes de las siete para poder estar listo a tiempo, estaba más que emocionado.

El omega se encontraba en la cocina haciéndose su desayuno cuando su madre entró, el ambiente se puso tenso en segundos.

—¿Qué haces despierto a esta hora? Se supone que no tenías clases hoy —su tono era tan calmado que le causó escalofríos al omega.

—Uno de mis amigos está cumpliendo años y queríamos pasar el día con él —susurró mientras ponía su desayuno sobre el plato, lo dejó en la mesa y se sentó, la señora Park lo siguió con la mirada.

—¿Desde cuándo te levantas temprano por tus amigos? —cuestionó con molestia.

—Desde siempre madre, es muy diferente esta situación, tú sabes que en Daegu no tenía amigos —dijo desanimado, su madre bufó.

—Cómo sea no me des explicaciones tan largas que no quiero oír tu irritante voz. Ah y tampoco me pidas dinero que no te daré —lo miró de arriba abajo—. ¿Tú te hiciste esos horribles rulos?

—¿Eh? —dijo un poco confundido, no se había fijado en su cabello así que solo negó mientras se encogía de hombros—. Tampoco necesito dinero mamá, gracias.

—Hace mucho que no te doy nada, ¿De dónde lo sacaste? —lo miró de brazos cruzados—. ¿Acaso andas con alfas que te dan dinero?

—¿Algún problema si lo hago? —Le respondió con ironía, era una clara mentira pero su madre lo tenía harto. La mujer solo le dio una mirada llena de enojo y tomó sus cosas para salir de casa sin siquiera despedirse.

Cuando Jimin terminó de comer fue a su habitación para terminar de maquillarse y ponerse sus accesorios; cuando se sentó frente al espejo dio un respingo. Su cabello estaba siendo adornado por unos suaves y delicados rizos en sus hebras rubias, tal cómo había dicho la señora Park.

—¿Qué es esto? —dijo confundido, durante toda su vida su cabello había sido totalmente liso y verlo así de la noche a la mañana fue extraño, demasiado extraño.

Sonrió, debía aprovechar aquel peinado gratis, así que con emoción se colocó una boina de color negro que combinaba a la perfección con el resto de sus bonitas prendas, se puso un poco de maquillaje que iluminara sus parpados y labios. Una hora más tarde ya iba camino al restaurante.

Cuando entró pudo ver que Jungkook venía hacía él con una sonrisa.

—¡Hyung! Te estábamos esperando —lo tomó de su mano libre y rápidamente llegaron a la mesa con el resto. Arrugó su nariz al sentir las feromonas de Yoongi mezcladas con una amarga tristeza.

—¿Por qué huele así? —preguntó y Taehyung se encogió de hombros.

—Creía que no ibas a venir entonces comenzó a llorar —Jimin se sorprendió con lo que había pasado debido a su tonta tardanza, entonces corrió al lado de Yoongi, se sentó en la silla libre y tocó su hombro con suavidad.

—¡Minnie! —el pálido hizo un puchero al verlo y lo abrazó mientras volvía a romper en llanto.

—¿Qué tienes? —dijo mientras acariciaba los suaves mechones del omega para darle tranquilidad, al ver que no respondería Hoseok intervino.

—Su celo está cerca, se pone demasiado sensible —miró al rubio mientras arqueaba una ceja—. Ten cuidado si no quieres problemas con él y sus hormonas.

Park asintió un poco dudoso y devolvió su atención al mayor cuando este volvió a hablar.

—¡Creí que no ibas a venir! —sollozó sobre él hombro del menor, este solo soltó una pequeña risita—. No te rías Jiminie, ¡Es verdad!

—Está bien —susurró mientras Yoongi volvía a su posición inicial para comodidad de ambos—. Entre otras cosas feliz cumpleaños mi bonita fresita.

Habló mientras apretaba las mejillas de Min con ternura, el omega se sonrojó y Jimin aguantó la risa.

—Bien —la voz de Namjoon y su carraspeo hizo que los chicos volvieran a la realidad—. ¿Qué van a comer? El mesero lleva casi diez minutos esperándolos, a ver si salen de su burbuja de amor.

La vergüenza de ambos omegas aumentó al escucharlos y más aún al ver la profunda mirada que estaban recibiendo por parte de Hoseok, la molestia en él era demasiado evidente, pero para evitar cualquier discusión los chicos decidieron ignorar lo que pasaba con él, luego tendrían un momento más cómodo para discutir.

—Dos desayunos sencillos por favor —el hombre asintió y luego de unos minutos los pedidos llegaron a sus mesas junto con un pequeño pastel obviamente de color rosa.

—¡Feliz cumpleaños! —dijeron todos a la vez mientras Jimin encendía la velas y comenzaban a cantar la típica canción.

—Anda hyung pide un deseo —dijo Jungkook sonriendo y Yoongi asintió mientras las apagaba con una gran sonrisa que dejaba ver sus coloradas encías. Al final todos aplaudieron emocionados, el solo verlo tan feliz alegró por completo a Jimin.

Comieron mientras hablaban y reían entre todos, el ambiente era perfecto, todos compartiendo y siendo felices entre sí como los adolescentes que eran. Viviendo sin preocupaciones.

꒰ ੭

Alrededor del mediodía todos se estaban despidiendo de Yoongi, excepto Hoseok que solo miraba desde lejos con los brazos cruzados quien únicamente le dio un asentimiento de cabeza antes de irse.

—¿Se pelearon? —preguntó Jimin cuando solo habían quedado ellos dos, el omega solo negó.

—Solo tonterías Minnie —susurró un poco triste y para animarlo Park pensó que era el momento perfecto para darle su sorpresa de cumpleaños a Min.

—Tu cumpleaños todavía no termina, anda ven conmigo, hay un lugar que estoy seguro de que te encantará.

Yoongi no lo dudó y decidió aceptar, Jimin lo tomó de la mano para luego entrelazarlas entre sí con una sonrisa y así caminaron durante un largo rato por las soleadas calles de Seúl mientras hablaban de cualquier cosa tonta que llegara a sus mentes.

Siguieron de esa manera hasta llegar a un lindo campo abierto especial para días de picnic, habían varias parejas sobre el césped comiendo simplemente charlando, para Yoongi se sintió como algo más íntimo y especial, algo que iba más allá de sí.

Casi como si fuera una cita. Su primera cita.