Capítulo siete

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—Córtalo antes de que me arrepienta —Jungkook tenía sus ojos cerrados mientras sostenía unos cuantos cabellos sobre su frente

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—Córtalo antes de que me arrepienta —Jungkook tenía sus ojos cerrados mientras sostenía unos cuantos cabellos sobre su frente.

—Tu mamá se va a molestar y yo voy a tener que pagar los platos rotos Kookie —dijo Jimin quien sostenía unas tijeras en su mano derecha.

—No tiene porqué —habló haciendo un pequeño puchero que hizo al omega derretirse de ternura—. Ya soy grande Hyung, mi mamá no puede meterse en cosas de adultos como yo.

—Solo tienes diecisiete Jungkook.

—¡Y tú solo me llevas un mes, ni que fueras un anciano! —pataleó sin soltar los mechones que estaban sobre su frente.

—Entonces no llores cuando veas el resultado —y con su mano temblando Jimin llevó la tijera al cabello del menor cortando poco a poco, haciendo una pequeña mueca cuando los mechones comenzaron a caer—. Listo, mírate.

—¡Está horrible, es como si llevara peluca! —sus ojitos se llenaron de lágrimas y se aferró al brazo del omega.

—Te lo dije.

—Tenía que haberte hecho caso Hyung.

Jungkook lo había llamado en medio de su clase diciendo que lo necesitaba para algo realmente importante, esto asustó a Jimin así que luego de pedirle permiso al maestro había llegado al baño, lugar donde el pelinegro lo había citado.

Cuando entró vio al menor sonriendo con unas tijeras en la mano, una escena un poco macabra para decir verdad, pero el omega pudo respirar más tranquilo al saber que no sería asesinado por su amigo  en los baños de la escuela.

Pero tampoco mejoró la situación pues Jungkook le estaba pidiendo que le hiciera un fleco, justo donde estaban sus cejas, Park quiso irse pero el chico casi rompe en llanto, un poco manipulable diría Jimin.

Jungkook tenía el cabello casi en los hombros y un poco rizado, nunca decía la razón del porqué estaba tan largo, pues decía que era un secreto entre él y Taehyung.

La razón por la que el pelinegro le pedía tal favor a Jimin era porque habían pasado tres semanas desde que incluyeron al rubio en su grupo y ellos dos se había llevado más que bien. Además, los otros se negarían rotundamente, ninguno quería problemas con la señora Jeon.

—Tenemos que limpiar esto Kookie —dijo el omega mientras se agachaba y comenzaba a recoger los mechones que habían caído al suelo al ser cortados.

—¡Mi pelito! —sollozó y Jimin soltó una risa.

Cuando la señora Jeon se enterara pondría el mundo patas arriba con tal de encontrar al responsable de que el cabello de su hijo hubiese sido "destruido".

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—¡Kookie! —dijo Taehyung al verlo llegar a la mesa.

—¡Taetae! —el futuro omega corrió a los brazos del beta y se sentó sobre sus piernas.

Dulce omega ; jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora