(EDITANDO)
𝗜𝗡𝗠𝗔𝗥𝗖𝗘𝗦𝗜𝗕𝗟𝗘 | Sin saber cómo, Haganaki Hyeon regresa a sus días de juventud en el año 2005 junto con su hermano Takemichi, con el propósito de salvar a la novia de este de un futuro bastante trágico donde la Tokyo Manji se ve...
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capítulo veintinueve ; DOS AMANTES BAJO LA LUZ DE LUNA
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LA ENFERMERA SONRIÓ A HYE DULCEMENTE antes de abandonar la habitación. Por fortuna, no había nadie más en aquellas camillas salvo Hye, por lo que sentía muchísima más privacidad.
Takemichi se encargó de llevarla al hospital a penas salieron de la pelea del Valhalla contra la ToMan. En la salida del remolque abandonado, Mikey tenía las intenciones de querer hablarle o al menos acompañarla, pero para su sorpresa, Takemichi se encargó de dejarle en claro a Mikey que no era un buen momento para ella.
Las veces en las que Hanagaki se disculpó con su hermana eran tantas que a Hyeon le terminó dando una jaqueca mucho más potente que su golpe. Se culpó por ser un terrible hermano y la chica le terminó amenazando con tirar su colección de videojuegos si no se callaba.
También le contó las cosas que había averiguado del futuro, aunque en ese punto, ya no servía de nada.
Resultaba ser que Kisaki no era el líder secreto del Valhalla en el futuro, sino Mikey, algo que dudó muchísimo la chica. También que Mikey terminaría asesinando a Kazutora en la pelea y Baji moriría por mano del chico. Esos eran los principales detonantes para el futuro de dónde habían vuelto reciente, y el que al menos Mikey no terminara matando a Kazutora era un gran avance.
Sin embargo, había algo que la chica quería saber y no tenía que ver con el tema de los saltos en el tiempo.
—Takemichi, —el chico la miró,— ¿Conoces a Hanma?
Takemichi pareció sorprenderse por tal mención,— ¿Qué sucede con él? ¿Te hizo algo mientras te mantuvieron encerrada?
—No, nada de eso, es solo… —la de rizos intentó buscar las palabras,— Cuando estaba ahí, él fue a verme una vez y se sintió extraño porque me hablaba como si ya me conociera. O al menos lo sentí así.
Takemichi se mantenía callado, escuchándola atentamente.
—Me enseñó una pulsera también. Michi, puedo asegurarte que no la había visto, pero al verla ahí puesta en su muñeca, sentí una familiaridad inexplicable con ella. —explicó,— Y quizás… quizás este sentimiento de conocerlo de algún lado no sea solo eso. Quizás él y yo nos conocimos antes pero por alguna razón no lo recuerdo.
Al terminar de explicar su teoría, Takemichi bajó la mirada y torció la boca, gesto que no fue ignorado por su hermana mayor.
—Hye, lo que dices no tiene sentido —admitió,— Es decir, eso de conocerlo. Cuando eras joven a penas y te relacionabas con la gente de tu edad.
