(EDITANDO)
𝗜𝗡𝗠𝗔𝗥𝗖𝗘𝗦𝗜𝗕𝗟𝗘 | Sin saber cómo, Haganaki Hyeon regresa a sus días de juventud en el año 2005 junto con su hermano Takemichi, con el propósito de salvar a la novia de este de un futuro bastante trágico donde la Tokyo Manji se ve...
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capítulo doce; ¿QUIERES SER MI AMIGA?
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—¿QUE HACES AQUÍ?
—¿AH? ¿Y TÚ qué demonios haces aquí? —contraatacó Draken.
—Vine a visitar a Hye, y de paso a ver cómo está Takemicchi. —contestó, serio.
—Yo también. —le hizo saber el más alto, como si de una competencia se tratara.
—¿Qué? Ellos son mis amigos. Nadie te invitó, ¿verdad, chicos? —Mikey hablaba sin verlos.
—En realidad-…
—Te equivocas, Hye fue muy amable en invitarme. Ellos son mis amigos, ¿verdad, chicos? —Draken interrumpió a la chica cuando está iba a hablar, sin verla.
Takemichi dio el primer paso para acercarse, quedando entre ellos pero a un lado. Hye no sé atrevió a moverse de su lugar, era en el sentido contrario frente a su hermano. Ambos Hanagaki intercambiaban miradas entre los dos amigos peleados. Desde la ventana del cuarto de Takemichi sus amigos veían atemorizados la calle.
—Quítate, tótem, no me dejas pasar. —ordenó Mikey, tenía que alzar su cabeza para verlo.
—¿Ah? Quítate tú, enano.
—A-A ver, los dos, esperen un momento. —Takemichi sé atrevió a ponerse entre los dos, alzando sus manos,— No se qué habrá pasado, pero no pueden pelearse así.
Drake lo tomó del cuello de la camisa, acercándolo.
—Oye, ¿Quién te crees que eres? —se lo dijo al rubio, muy cerca.
—¡Ey, bájale dos rayas a tu emoción! —vociferó Hye al verlo así.
—Si, ya deja en paz a mi amigo, maldito edificio. —se metió Mikey, aunque se calló cuando la mirada fulminante de Hye se posicionó en él.
En silencio, Mikey caminó en dirección contraria, parecía que se iba a ir, sin embargo tomó la amada bicicleta verde de Takemichi por el tubo sin problemas y se la tiró con fuerza a Draken, no obstante, este la esquivó con facilidad.
La bicicleta quedó completamente dañada al chocar con la pared.
A Takemichi se le iban a salir los ojos al ver su vehículo de transporte en ese estado, hasta se le salieron un par de lágrimas.
Drake no se quedó quieto y tomó un bate que estaba cerca de ahí, apuntándolo al de coleta rubia.
—¡No, Draken! ¡Con ese bate anoté mi primer home run! —exclamó Hanagaki, desesperado.
