06 | Goodbye, Akkun

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El día estaba pasando tranquilo

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El día estaba pasando tranquilo... muy tranquilo. Demasiado para el gusto de Hyeon.

Después de un día de clases, —cuya atención no se molestó en prestar— se fue a casa y hacer prácticamente nada. Takemichi siguió de largo a la casa de Hinata con el tema de estudiar, aunque en el fondo la rubia sabía que su hermano tampoco le interesaba las clases como a ella y solo era un pretexto para estar más tiempo con su noviecita.

La chica estaba encerrada en su habitación, sola como siempre, viendo el techo sin hacer mucho. Las tareas que le habían puesto ya estaban hechas por el aburrimiento que la rubia tenía y ya no le quedaban snacks para pasar la tarde. Perezosa, observó el reloj sobre su cama. 6:07 de la tarde. ¿Cómo es que pudo sobrevivir tanto tiempo desde que regresó de clases sin hacer absolutamente nada?

No había Mikey, no había Draken, no había ToMan ni Kisaki Tetta. Irónicamente creyó que este era como un día libre por la falta de oficio que tuvo ese día, pero sabía que no era así. Pero, de alguna forma, ya sentía que era parte de su día a día y no le importaba en absoluto. Al contrario. Le entretenía de cierta forma pensar en salvar a Hinata de su futura muerte donde la Tokyo Manji estaba implicada...

Pues que raro centro de entretenimiento.

«Oh, cállate, conciencia»

Harta del silencio de su habitación, se levantó y cambió más rápido que de lo que esperaba, poniéndose ropa deportiva para luego salir de su casa y comenzar a trotar. ¿Qué más iba a hacer? Por lo menos saldría y vería el aire libre, no ganaba nada con estar encerrada.

Las horas pasaron hasta que anocheció y regresó empapada en sudor. Pensó que se encontraría a su hermano. Se equivocó. Su casa estaba más sola que ella en el presente. Hyeon miró por la ventana una vez más, estaba algo oscuro y los mensajes que le enviaba a Takemichi no los respondía.

Por eso volvió a salir, pero esta vez a casa de Hinata. No quería interrumpir el momento de su hermano, pero tenía ciertas cosas que hablar con él sobre la ToMan y su comandante que no podían esperar. La situación era bastante compleja y muy confusa para ella, pero también para él, por eso debía saber cómo tendría que avanzar con el plan de ahora en adelante.

Esperó que la madre de Hina abriera, o hasta la misma Hina, pero no esperó que Naoto, en su versión más pequeña, abriera la puerta. Hyeon entreabrió más su ojos de costumbre, pero al final los cerró por la sonrisa amable que le dio al pequeño de doce años.

—Hola. —le dijo. Forzó su sonrisa cuando Naoto no le contesto y solo se le quedó viendo con los ojos brillosos,— ¿Hola?

El pelinegro reaccionó, rascando su nuca.

—H-Hola. —el niño se golpeó a sí mismo mentalmente por titubear, aclaró su garganta,— Hola.

—Vengo a buscar a mi hermano, el... este... ¿Amigo de Hinata? —no creía que la familia de Tachibana supiera que su hermano era el novio de la chica, así que prefirió no mencionarlo.

¹ inmarcesible ; tokyo revengers  ❪ Saga 𝗧𝗜𝗠𝗘𝗟𝗘𝗦𝗦 ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora