(EDITANDO)
𝗜𝗡𝗠𝗔𝗥𝗖𝗘𝗦𝗜𝗕𝗟𝗘 | Sin saber cómo, Haganaki Hyeon regresa a sus días de juventud en el año 2005 junto con su hermano Takemichi, con el propósito de salvar a la novia de este de un futuro bastante trágico donde la Tokyo Manji se ve...
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PRESTAR ATENCIÓN A COSAS QUE NO eran de su interés era algo bastante complicado para Hyeon, quien jugueteaba con su lápiz sobre el pupitre con la mirada perdida en la tiza blanca que el profesor usaba para rallar la pizarra.
Takemichi no se enteró del encuentro nocturno que tuvo su hermana con el líder de la Tokyo Manji, para cuando Hyeon llegó luego de ser dejada en la puerta por el rubio de ojos negros, su hermano estaba en el quinto sueño sin darse cuenta de la ausencia de la femenina, algo que la hizo bufar pero que agradeció. No tendría que darle explicaciones, al menos.
Sobre Mikey, la verdad es que ella se encontraba en una lucha contra su propia mentalidad.
Mikey parecía ser buen sujeto, a pesar de solo haber compartido una pequeña "salida" sorpresa. Nunca fue grosero, la aconsejó, le compró chocolate y hasta la dejó en la puerta de su casa. Hyeon no sabía si pensaba de esa forma porque era la primera vez en su vida que alguien había eso por ella o porque en verdad tenía una corazonada de que Mikey ―o al menos, el Mikey del pasado― era en el fondo, una buena persona.
Si, tan buena persona que le dio una buena paliza a Kiyomasa y lo dejó desangrando en esa plaza sin remordimientos.
«Bueno. Una persona buena según el punto de visión»
La puerta corrediza del aula la hizo salir de su nube de pensamientos irracionales.
Casi se le salió la mandíbula cuando vió como Mikey entró sin rechistar, interrumpiendo la clase. Tenía su boca en pico de pato mientras visualizaba a todos hasta llegar a Hyeon. Sonrió tal cual niño pequeño.
―¡Te encontré, ricitos! ―exclamó con ambas manos en los bolsillos,― Vámonos, aún debemos buscar a tu hermano. ¿En qué salón está?
―¡Oye, niño! ¿Pero qué falta de respeto es esta...? ―el calvo profesor se calló cuando recibió una muy dura y fría mirada por parte del rubio, callándole con tan sólo eso. El profesor sostuvo su libro algo tembloroso,― Eh... si, claro. Pueden irse.
Hyeon estaba anonadada, ¿cómo un chico de secundaria podía intimidar así a un profesor? Viniendo de Mikey, era posible, aunque no pensó que fuese cierto. Tampoco se quejó, estar en esa clase ya la iba a hacer dormir.
Recogió sus cosas y las dejó en las taquillas del aula bajo llave, luego salió con Mikey y este le sonrió apenas estuvieron en el pasillo.
―Vaya que fue difícil encontrarte, no sabía que estabas en un año mayor que Takemicchi. Pensé que tenían la misma edad. ―comenzaron a caminar hacia las escaleras.
―Soy un año mayor. Mikey, ¿Qué haces aquí? ―Hyeon ni siquiera se esforzó por disimular el cambio de tema, estaba algo desconcertada por la presencia del rubio en su escuela.
