¿What is Love? Tom Kaulitz

XIII

Caminar por las calles de Italia sola era una de las mejores sensaciones que existen, alguien me grito y yo voltee para ver de quien se trataba y no me lleve una buena sorpresa la verdad.

- Alison... Tanto tiempo - Comentó con una sonrisa juguetona - Te ves igual de hermosa que siempre.

- Robert... Hola - Hice una mueca de disgusto - Ahorita no tengo tiempo así que ya me voy.

- Déjame acompañarte - Me agarro de la cintura y yo me aleje con un empujón.

- ¿Quieres más de mi dinero? - Lo miré sería sabiendo el vómito verbal que se venía.

- Eso ya es pasado nena.

- ¿Nena? Que tan bajo has caído, lo que hace no tener dinero sé que hace poco tu empresa cayó en banca rota y que casualidad que estas aqui - Lo miré de pies a cabeza - ¿A quién quieres engañar? Si esa ropa ni de marca es cariño, tuviste que vender hasta tus bóxers ¿verdad? Te doy un cheque pero pierdete de mi vida pero ten por seguro que todos sabrán que yo te di dinero a ti y tu perfil de hombre macho será derrumbado, es la consecuencia de tus malas acciones - Sonreí - Nene...

- Sigues siendo una perra Alison.

- Si ser una mujer que se da a respetar es ser una perra... Entonces con las que estas son unas putas ¿no? - Saque un cheque, lo firme y lo avente para después irme.

Yo realmente sospechaba que Alison y mi hermano ocultaban algo donde salía perjudicado y realmente no sé cómo sentirme, no me duele pero tampoco es agradable para mi.

- Hola... - Una voz de mujer me saco de mis pensamientos y alce la mirada - Te vi muy solo y decidí acompañarte.

- Claro - Sonreí  y la mujer se sentó- ¿Cuál es tu nombre?

- Soy Pamela - Sonrió - No soy de aquí.

- Yo tampoco - Reímos y hablamos de varios temas ella era muy divertida e incluso me pasó su número, se levantó para luego irse despidiéndose con un abrazo.

Llegue a casa y en eso vi una silueta en la cocinas, fui lentamente para ver a mi hermano y su novio acomodando la mesa para comer, al entrar los dos se espantaron y comenzamos a reír.

- ¿A qué se debe esto? - Mire todo y ellos sonrieron.

- Tenemos algo que decir y por esto hicimos todo esto, van a venir los muchachos en un rato - Comentó mi hermano - Ve allá arriba y ponte algo muy bonito, sencillo pero también elegante - Sonreí y les hice caso.

Fui a mi armario y vi todo lo elegante que tenía pero nada me convencía, cuando por fin conseguí uno que ponerme escuche como llegaban los muchachos era inevitable no saber cuándo llegaban ya que a donde van siempre gritan y ríen, decidí arreglarme rápidamente para bajar lo más ante posible ya que como me dijo Cecilia "La puntualidad es el mayor valor de una persona" pero mi lema es "Nunca llegó tarde, ellos siempre llegan antes" cuando estuve lista y baje mientras me ganaba la mirada de todos con una sonrisa.

- ¡Esa es mi hermana! - Gritó Dorian con una sonrisa - Siempre nos sorprendes con tu belleza - Tom y Bill se acercaron para ofrecerme sus manos y ayudarme a bajar los últimos escalones, agarre ambas manos con una sonrisa y todos nos dirigimos a la cocina, mi hermano me dijo que me sentará a su lado cosa que hice - Espero que disfruten la comida como nosotros disfrutamos en hacerla.

Comenzamos a comer mientras también hablábamos de varios temas menos Bill él estaba en su celular con una sonrisa, no le tome importancia y seguí hablando con los demás.

Cuando por fin terminamos el novio de mi hermano se llevó los trastes sucios y regresó.

- Los invitamos esta noche porque tenemos algo importante que decirles - Comentó Dorian - ¡Nos vamos a casar! - Exclamó mientras se agarraban de las manos.

- ¡Felicidades! - Abrace a mi hermano - No saben lo feliz que me hacen sentir con esa noticia.

- Queremos tu bendicion - Yo con lágrimas en los ojos acepte, todos abrazaron a mi hermano y a su pareja menos Bill.

- Bill - Hablé con voz firme cosa que todos se sentaron y se callaron con miedo mientras el nombrado me volteo a ver igual con miedo - No sé qué sea más interesante que la noticia que acaban de darnos que te aseguró que ni escuchaste lo que acaba de decir mi hermano y eso de estar en el teléfono en la mesa es de mala educación ya que vienés a comer y a convivir, si esto no te interesa la puerta es muy ancha - Él me vio y apagó el teléfono.

- Perdón...

- Mi hermano se va a casar - Bill automáticamente sonrió, se levantó y lo abrazo.