Donde a Spreen le gusta la chica molesta que tanto odia.
O
Donde Chiara adora las largas pestañas del chico que tanto la molesta.
☆Chiara and Spreen☆
(𖠋In real life and social media𖠋)
Tw: problemas alimenticios y familiares
Si cualquiera que sa...
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– ¡Hola! - saludo feliz una pelinegra nada más le abrieron la puerta.
– Hola Maia -saludo Chia feliz de verla dándole un abrazo.
Iván que estaba bebiendo agua de una jarra que había en la nevera de la cocina sin amorrar de esta, casi escupe todo el agua al escuchar el nombre de la chica.
– ¿Qué haces por aquí? -pregunto la castaña.
– Venía a visitarte, no tuve tiempo de venir antes, y me enteré de lo de tu caida y todo eso, ¿te encuentras mejor? -hablo preocupada la chica.
– Si si, aún me duele un poco, pero estoy bien, no te preocupes -sonrió invitándola a pasar.
La pelinegra se fue directamente al comedor seguida de la castaña.
La recién llegada tomó asiento al lado de Sonny, y la castaña al lado de ella.
Al rato llegó Iván.
– Iván, te presentó a Maia -hablo nerviosa y un tanto incómoda la chica.
– Un gusto, soy Iván -trato de sonreír, pero puso una mueca incomoda.
– El gusto es mío -sonrió alegre con un leve tic en el ojo.
– ¿Quieres algo de tomar? -trato de salir de aquel tenso aire.
– Oh, esta bien, una Coca-Cola si eso, estaría bien.
La castaña salió casi corriendo, como su pierna se lo permitía.
La pelinegra se giro como si su cuerpo no tuviera huesos, y miro fijamente al pelinegro.
La pelinegra sonrió con burla, agradeció en ese momento haber cursado psicología y tener una gran pasión a la hora de interpretar las gesticulaciones y cada cosa que le diera a entender el comportamiento y la personalidad de cualquier persona que tenía de frente.
Se fijó en la tensa figura del chico que reflejaba su incomodidad con la chica, su cara reflejaba entre curiosidad y algo de odio hacia la pelinegra, pero podía deducir a la perfección que él era una buena persona.
Por el lado de Iván, tenía muchas cosas en mente completamente desordenadas, había oído algunas cosas sobre la chica que tenía delante, y ninguna de ellas le gustaba, pero él no podía hacer nada.
La pelinegra se acercó al chico.
– Escuchame cara bonita -dijo algo arrogante- Se que yo no soy quien para decirte esto, pero le haces daño a mi Chiara y te descuartizo.
Ese mi Chiara molesto a Iván, ella no era de nadie, y menos de Maia.
– Y vos no tenes derecho a reclamarla como tuya, me la trae floja que hayan sido amigas toda la vida, vos la terminaste de destrozar -había vivido de lejos el dolor que solía sentir Chia por culpa de su ex cuando aún tenía una relación con ella, era algo que no dejaría pasar fácilmente.
