"Yo no le tengo miedo a nada, pero todavía no me explico por qué tiemblo cada vez que te veo"🥀
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Cuando Caitlin Snow está harta de que todas las personas a las que decide entregarle su corazón mueran, decide ir...
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Frost sintió como la estampaban contra la pared a lado de la puerta, mientras los labios de Darya devoraban los suyos con anhelo y una pasión que nunca había experimentado antes, a pesar del frío que emanaba de ella, lo único que Frost sentía era calor, un fuego que se extendía de su pecho hasta partes más recónditas de su ser, sus piernas se sentían débiles, ella se sentía débil bajo el experimentado contacto de Darya.
Sus piernas rodearon el cuerpo de Darya, dejando que su tacto, enfriara la piel desnuda de sus piernas, su pantalón quien sabe donde había terminado, al menos aún contaba con su blusa, pero presentía que pronto iba a desaparecer, Darya pasaba sus manos por sus piernas, apretándola con fuerza justo al llegar atrás, escuchando a Frost jadear en su oído mientras la temperatura de la habitación se ponía más fría.
Sintió a Frost estremecerse contra ella cuando rozó levemente su entrepierna.
—¿Temes que te caliente? —pregunta con una sonrisa divertida mientras observaba a su chica de cabellos blancos, ojos helados y mejillas levemente sonrojadas, su respiración era agitada, sus pupilas dilatadas y ella también sonrió, pero con ironía
—Temo congelarte
—Entonces tienes suerte que este acostumbrada al frio—murmura antes de volver a besarla y Frost se deje llevar por esos labios sabor a mermelada de zarzamora, vodka y un toque de miel.
—No sé si Caitlin esté de acuerdo con esto
—Yo ya hablé con Caitlin, muñeca de nieve...deja de hablar o me obligaras a callarte de otra manera—le advierte, pero eso solo genera una sonrisa provocadora en el rostro de Frost
—¿Cómo llegamos a esto? —pero, en vez de que Darya le responda, la chica, pone un dedo en sus labios en señal de silencio mientras coloca una venda en sus ojos mientras la soltaba, Frost se aferro a la pared como punto de apoyo, estremeciendo al sentir el tacto de Darya en su hombro
—Deja de pensar tanto, muñeca de nieve—la sienta en la cama—solo disfruta, que ahora, lo único que saldrá de tu boca no serán palabras—acaricia sus hombros al deslizar sus manos y llegar a la orilla de su blusa y se la quita de un rápido tirón.
Frost siente su corazón empezar a latir a un ritmo sin igual...
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Algunos días antes
Harry estaba muy ocupado intentando descubrir una manera de detener a DeVoe y cuando por fin encontró algo que podía ser de utilidad, el equipo simplemente decidió desechar su plan como si fuera basura, como si fuera la idea de un lunático obsesivo con la inteligencia, tal vez era obsesivo, pero su invento, podría ayudarlos a atrapar a DeVoe de una vez por todas, ¿Es que nadie se daba cuenta de lo genial que era su invento?
