"Yo no le tengo miedo a nada, pero todavía no me explico por qué tiemblo cada vez que te veo"🥀
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Cuando Caitlin Snow está harta de que todas las personas a las que decide entregarle su corazón mueran, decide ir...
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Darya caminaba por un desolado campo de las almas perdidas, había encontrado a John Constantine quien le ayudó a entrar de nuevo a ese mundo, no necesitaba su presencia en él, por lo que el brujo se quedó en la seguridad del mundo humano para cuidar el cuerpo inconsciente de la chica al igual que cuidar de que el hechizo no se rompiera, Darya, se sentía presa de la desesperación de las almas externas y de su propia alma, se sentía vacía, a la deriva sin Caitlin o Frost ahí para guiarla, para ayudarla, pero, su recuerdo era suficiente para darle la luz que necesitaba y encontrar el camino a su hermana.
Había pasado casi un mes desde que se fue de Ciudad Central y cada día, cada momento alejado de la mujer que amaba se sentía como una pequeña tortura, como si cada paso que diera a la distancia, estuviera dejando un poco de ella, haciendo un camino de migajas para volver a encontrar el camino a casa, era extraño que, luego de estar toda su vida sola, de que la única persona que consideraba su hogar fuera su hermana menor, ahora, podía llamar hogar a esa chica con doble personalidad, a ese equipo de gente extraña e inocente que le dieron una oportunidad para encontrar algo que ni siquiera sabía que estaba buscando.
El equipo Flash, con todos sus integrantes, se habían convertido en sus primeros amigos reales que tenía, en amigos que no le pedían espiar, que no le pedían pelear, que tomaban en cuenta sus opiniones, que no la dejaban de lado cuando ella se mostraba ruda o fría, que siempre se apoyaban unos a otros, que se preguntaban con bastante frecuencia el estado emocional de todos.
Eso todavía le incomodaba un poco, pero, ahora, no sabía como era no tener esa incomodidad presente, una incomodidad cálida, como un viento caliente en medio de una tormenta helada.
Y Frost junto con Caitlin, hacía de su transición, de su evolución algo mucho más manejable, más pasajero, algo que le aliviaba el alma y tranquilizaba su ser, que alejaba el odio, la venganza y la ira, reemplazándola con amor, cariño y el deseo de ser una mejor persona por ellas dos.
El amor sincero y fiel de Caitlin, combinada con la inexperiencia y rudeza de Frost, la complementaban, ella no tenía un alma gemela, no buscaba otra mitad, porque ella estaba partida en varios trozos, uno de esos trozos era su hermana, el otro era Caitlin y el ultimo era Frost, juntas, hacían su corazón y su sonrisa.
Ahora, era momento de recuperar por completo su corazón y sentirse completa de nuevo.
Caminó y cruzó el velo de la desesperación hasta llegar al mundo de las almas, donde emprendió el camino hacia su hermana, lo cual no sería tan complicado pues, ella al ser parte de ese mundo, podía sondear las almas con mayor facilidad y lo que encontró no le gusto, pero lo estaba esperando, el alma de Ana se encontraba en el castillo del rey de ese mundo, del ser siniestro y oscuro que solo desea quedarse con ella ahí en ese mundo para ser si fiel Caronte por toda la eternidad.
