"Yo no le tengo miedo a nada, pero todavía no me explico por qué tiemblo cada vez que te veo"🥀
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Cuando Caitlin Snow está harta de que todas las personas a las que decide entregarle su corazón mueran, decide ir...
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En el suave abrazo del anochecer, dos almas convergieron en un rincón del mundo que parecía destinado para ellas. Las luces centelleaban en la orilla del lago, dibujando destellos en el agua serena mientras Darya y Caitlin se encontraban al borde de un nuevo capítulo en su historia.
El aroma de las flores silvestres se entrelazaba con la brisa suave, creando un ambiente de ensueño. Darya llevaba un vestido que ondeaba con gracia al compás del viento, mientras que Caitlin, con su cabello suelto, irradiaba una belleza natural y radiante. Sus miradas, cargadas de emoción y complicidad, se encontraron, Caitlin estaba sorprendida de ver a Darya con vestido, pero, solo incrementó la belleza de su ser.
Mientras miraba a su alrededor, contemplando con rostro asombrado ese paraje secreto de la ciudad.
—¿Cómo llegaste a encontrar este lugar? —susurró Darya, su voz dulce como un suspiro de la naturaleza.
Su tono de voz, se había vuelto más delicado y feliz desde que vive con Ana y ella en una casa tranquila, cuidando animales abandonados, dejando que el equipo se haga cargo de sus propios problemas y yendo a visitar de vez en cuando.
Caitlin sonrió, sus ojos brillando con un brillo íntimo.
—Es un pequeño secreto que el mundo pareció revelarme, un refugio donde podemos compartir momentos solo nuestros—era un lugar que Nora le había recomendado cuando buscaba en internet, lugares para citas.
Se adentraron en el espacio iluminado por la luna, la superficie del lago reflejando su profunda conexión. Los pasos se volvieron pausados y sincronizados, como si el tiempo mismo se hubiera detenido para concederles este instante mágico.
Se sentaron junto al agua, las manos de Darya encontrando refugio en las de Caitlin. Los dedos se entrelazaron en un gesto íntimo, una promesa silente de estar allí el uno para el otro.
—Este lugar me recuerda a ti—confesó Darya, su voz vibrando con emociones entrelazadas. —Tan tranquilo y sereno por fuera, pero sé que dentro de ti hay una fuerza que no conoce límites.
Caitlin inclinó la cabeza ligeramente, su mirada profundamente conectada con la de Darya.
—Y tú, eres como el viento inquebrantable que desafía cualquier obstáculo, llevándome hacia nuevos horizontes—La risa suave de Darya se mezcló con el susurro de las hojas en la brisa.
—¿Crees en el destino, Caitlin Snow? —Caitlin observó las estrellas, como si buscara una respuesta en el lienzo del cielo.
—Creo que cada elección que hemos hecho nos ha llevado hasta aquí, a este momento y a esta conexión que siento contigo, aunque no te mentiré, antes de conocerte había ido con una meta humana que ve el futuro...necesitaba ver que no iba a estar sola el resto de mi vida—su rostro se volvió un poco rojo al confesar su pequeña fechoría.
