XX.- destructive traditions

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Sarah

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Sarah

El fin del verano estaba por llegar y empezaba a asustarme. Aún había muchas cosas que quería hacer y saber que tenía que hacerlas pronto solamente me hacía alterarme más.

Lo mío con Conrad estaba en su mejor punto, estábamos bien a pesar de que era un agradable secreto. Belly ni siquiera sospechaba nada.

— Cada vez que te veo en bikini es como tener orgasmos visuales—. Puso candado a la puerta de mi habitación y me abrazo por atrás.

— Eres un asqueroso, sabes?

— Claro, pero aún así sabes que te quiero—. Mi corazón empezó a latir de manera desenfrenada.

Me gire para verlo directamente.

— Esa licra se te ve bien—. Me sonrió para dejar un beso pequeño en mis labios.

— Estás listo para la tradición?

— Ni siquiera sé si podré decir lo que tengo que decir.

— El punto es que todos estemos cómodos mientras lo contamos, si aún no estás listo entonces puede esperar.

Asintió tranquilo. A pesar de que aún no sabía qué era aquello que lo atormentaba sabía que era lo suficientemente grave para que lo afectara de esta manera.

— Tú piensas decir lo de nosotros?

— Tal vez, creo que está vez sí es momento de que todos sepan, belly en algún momento tiene que enterarse y prefiero que sea por mí.

Asintió y está vez sí me beso de una manera más larga. Sus manos empezaron a bajar casi rozando mi trasero pero lo detuve.

— No, alto ahí—. Sonrió y dejé un beso en una de sus comisuras.

— Estaba pensando que está vez podríamos ir por algo de beber, bueno mañana que estemos libres.

— Me parece genial, quieres invitar a los chicos o solamente tú y yo?

— Solo tú y yo, como una cita.

Sonreí gustosa de su respuesta mientras asentía. Había sido fácil hacerle creer a los demás que solamente salíamos para divertirnos  ya que desde mucho antes lo habíamos hecho.

— Sería nuestra primera cita.

— Así es, además de que probablemente ya le hayamos contado la verdad a todos y sería algo más cómodo.

— Te gusta la idea de que se los cuente, no?

— Por supuesto, me frustra no poder besarte o abrazarte cada que quiero.

Deje un beso corto en sus labios.

— Vamos, ya casi tenemos que empezar.

Ambos bajamos al patio de la piscina, tal como Susannah lo había dicho el espacio había sido decorado como si de la misma playa se tratara a pesar de tenerla en frente.

Afterglow || Conrad Fisher Donde viven las historias. Descúbrelo ahora