XXI.- the truth

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Sarah

— Bell, espera.

— Que espere?—. Se acercó a mí con paso lento—. Qué mierda quieres que espere, Sarah?

— Sé lo que estás pensando pero te lo puedo explicar, no quería que te enterarás así.

La cachetada que me dio dolió menos de lo que pensaba, tal vez era porque lo que en realidad me dolía era lo que estaba pasando.

— Eres una maldita zorra, de tantas personas que podían hacerme esto vienes tú? No fuiste tú la que me dijo que podíamos confiar una en la otra?

Conrad me puso detrás de él pero aún así podía ver a Belly llorar, las lágrimas empezaron a derramarse por mis mejillas.

— No podía decírtelo así como así, belly. Tienes que entenderme.

Su risa irónica fue lo único que se escuchó antes de que volviera a entrar a la casa. Iba a ir detrás de ella pero alguien me detuvo por el brazo.

— Sarah, tenemos que hablar aún.

— Carajo, Christian. Esto no se trata de ti, no entiendes? Por una vez en tu puta vida desde que te conozco déjame en paz, sé que debemos hablar pero por razones lógicas no ahora.

— Entonces esto será así? Vas a mandar a la mierda todo por alguien que lo único que hará es lastimarte.

— Ya la has escuchado, lo mejor es que te vayas.

— Esto no es contigo.

— Créeme que tiene que ver conmigo, todo lo que la involucre a ella tiene que ver conmigo.

Cerré los ojos tratando de controlarme, estaba muy alterada y esos dos no ayudaban.

— Hasta cuando? Hasta que te canses de ella y la mandes a la mierda?

— Bueno ya!—. Les grite—. Si piensas seguir con sus estupideces haganlas en otro lado.

Entre enojada y dolida a la casa, todos estaban en la sala a excepción de Belly, supuse que ya se imaginaban lo que pasa por sus caras. Mire a mamá esperando una reacción de su parte pero solamente negó con la cabeza.

Subí corriendo las escaleras sintiendo la presión de todo, no era así como quería que sucedieran las cosas. Toque la puerta de belly pero no contesto.

— Bell—. Abrí la puerta y la encontre acostada llorando—. Tenemos que hablar.

— De qué? De cómo te estabas follando a el chico del cual he estado enamorada toda mi vida?

— Mira sé que es muy doloroso para ti, lo es para mí también, ni siquiera tenía planeado que te enterarás de este modo.

— Ni siquiera me lo ibas a contar, no?

— Claro que sí.

— Sabes, Sarah? Lo que más me duele de todo esto es que nunca tuviste la confianza de contarme, tuviste muchas oportunidades para contarme y aún así nunca lo hiciste.

— Puedes entender que no es fácil?—. Mi voz se quebró—. Eres mi mejor amiga, belly. No es sencillo contarle a tu mejor amiga que estás enamorada del chico que le gusta!

— Desde cuándo?

— Eh?

— Desde cuándo están en esto?

— Belly...

— No, dime. Quieres hablar? Hablemos, este es el momento de que me cuentes todo lo que querías hablar.

— Mira, tal vez estés pensando que él me empezó a gustar después de que tú me lo hayas dicho pero no fue así, Conrad me ha gustado desde que tengo memoria, nunca te había contado nada porque sabía que no iba a pasar nada de todos modos y cuando por fin empezó a suceder tú me revelaste que te gustaba y me fue imposible decirte que yo sentía lo mismo por él.

>>> Intenté contártelo pero después paso lo de Taylor y Steven y me pareció injusto agregarte más problemas, sabía que lo estabas pasando mal y no quería ser egoísta.

— Y crees que ahorita me siento mejor?

— Sé que no, puedo jurar que hoy estaba por decírselos a todos, ya lo tenía pensado pero entonces paso todo eso de a fuera y se arruinó todo.

La escuché suspirar entrecortadamente pero ya no dijo nada.

— A la última persona que hubiese querido lastimar estás tú, bell. Probablemente no me creas pero eres la persona más importante para mí.

— Sal de mi habitación, necesito pensar las cosas.

Asentí aún queriendo tener otra respuesta de su parte, pero al no tenerla me ví obligada a salir.

— Sarah—. Me tope con Conrad apenas salo de la habitación.

— Ahora no, Conrad.

Empecé a caminar directo a mi habitación la cual estaba cruzando el pasillo. Iba a cerrar la puerta pero la detuvo.

— Tenemos que hablar.

— De qué? De tu estúpida impulsividad? A caso no pensaste si quiera que esto podía suceder?

— Estás intentando culparme de algo lo cual claramente no es solo culpa mía, estás enojada y actúas con tu enojo—. Explico calmado lo que solo consiguió alterarme más.

— Claro que estoy enojada y claro que es culpa tuya! Tus estúpidos celos nos llevaron a esto.

— Tal vez si le hubieras contado antes a belly esto no estaría sucediendo, esto no es solo mi culpa.

— Es que a caso solo piensas en eso? A diferencia de ti, Conrad, yo sí pensé en cómo afectaría esto a los demás,

— Y ese es tu problema, que decides ver por la felicidad de los demás antes que de la tuya.

— Sí, Conrad. Y solamente por esa mierda es que voy a elegir mil veces la felicidad de belly. Lo que sea que teníamos se acaba aquí—. Mi pecho dolió y él solo me miró dolido.

— Qué?

— Sí, Conrad. No se si ya lo viste pero esto—. Nos señalé a ambos—. No ha traído nada bueno, no es suficiente unos ratos de felicidad si el resto será mentiras y más mentiras.

— Podemos hacer que sea suficiente, ni siquiera nos hemos dado esa oportunidad, Sarah.

— No hemos empezado y ya siento que he perdido a mi mejor amiga, todos aquí sabemos que esto no nos llevará a nada.

— Entonces dejaras que sus estúpidas opiniones nos afecten.

Empecé a llorar de nuevo al sentir que todo nos sobrepasaba de nuevo.

— No quiero que lo hagan, pero no puedo quererte como quiero si a cada rato estaré preocupada por lo que dirán los demás.

— Sarah...

— Está vez sí soy yo, no se trata de ti, Conrad.

Se acercó a mí y pego su frente con la mía. Sus manos rodearon mi cintura y era casi nula lo que nos separaba.

— No quiero dejar que esto nos sobre pase, Sarah. No quiero arruinarlo.

— No lo arruinas, soy yo la que no puede darte lo que necesitas—. Las lágrimas salían ya de manera automática.

— Te necesito a ti, solo a ti.

Negué, antes de que pudiera contestar junto nuestros labios. Lo salado de las lágrimas se juntaban, sentía lo mismo que él y me era inevitable no sentirme culpable y presionada, hiciera lo que hiciera tenía que lastimar a alguien que quería.

— Lo siento, connie.

Cerré la puerta y me arrastre por ella hasta llegar al piso en donde me sentí libre de llorar bien.

Afterglow || Conrad Fisher Donde viven las historias. Descúbrelo ahora