Un verano que lo cambiara todo.
¿Qué tan posible es que tu amor imposible de la infancia se fije en ti?
Un verano que traerá un remolino de emociones, muchas lágrimas y muchas risas, pero sobre todo un romance caótico.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sarah
Entre a la que ha sido mi habitación desde que veníamos aquí y afortunadamente seguía igual, era un lindo gesto por parte de Susannah que nos dejara tener nuestro espacio en su casa.
Dejé mi maleta en la cama y la abrí, era mejor desempacar ahora que hacerlo más tarde. Belly entró a la habitación y se dejó caer en la cama mientras yo doblaba bien mi ropa.
— Y? Qué tal te fue en nuestro momento separadas?—. Pregunté con una sonrisa mientras estaba concentrada en mi trabajo.
— Algo aburrido, los meses separadas se resumen en salir por obligación con Taylor, es más divertido cuando nos quedamos en casa a escuchar los chismes—. Dijo con una sonrisa.
— Taylor! La echó de menos, hace mucho no habló con ella. Y que aburrida eres, Bell, debes salir y divertirte, estar acostada lamentándose por no salir con ningún chico no va a conseguir que venga un chico de la nada a tocar tu puerta.
— Suenas igual que Tay, es solo que normalmente los chicos suelen fijarse en ella y es que no los culpo, es muy linda.
— Y tú también Belly, es más fácil que se le acerquen a Taylor porque ella es más liberal, no le preocupa casi nada, tienes que soltarte un poco, Bell. Este verano será diferente y yo te voy a ayudar, estoy cansada de no verte salir.
— Eso lo dices porque los chicos sí te incluyen, a mí me ven como una maldita bebé que no puede hacer nada por ella misma! Y es muy injusto—. Dijo mientras movía las manos.
— Es solo que eres la menor de todos belly, tienes quince años y solo quieren cuidarte, te apuesto a que cuando cumplas los 16 te invitaran a venir con nosotros—. Conteste mientras acomodaba una parte de mi ropa en el armario.
— Sí, el problema es que estoy a punto de cumplirlos y no veo nada que dé oportunidad a que me quieran invitar.
— Pero yo sí lo hago, me siento excluida.
— Pero es que tú no cuentas porque eres igual a ellos solo que sí me invitas, o dime, me dejarías beber aunque sea un vaso de alcohol?
— Bell aún no tienes esa edad, ni siquiera yo lo hago, estás intentando pasar etapas, comprendes?
— Te he visto hacerlo Sarah, no mientas, pero está bien, ni siquiera me gusta el alcohol, con que me invites me conformo.
Le avente un beso y seguí acomodando el resto de mi ropa, una vez termine de acomodar abrí la maleta en dónde tenía algunos de mis trajes de baños y ropa interior.
— Y tú? Tu vida sí que es interesante, cuéntame qué te ha pasado—. Dijo sonriendo.
— Pues nada fuera de lo común, solo hice un nuevo amigo con un nuevo chico de mi clase, se llama Dylan.
— Es amigo o amigo?
— De los amigos que les cuentas secretos y no te das besos. Por dios! Qué clase de persona me crees, tengo más amigos que "amigos".
